CRÓNICA DEL MES DE NOVIEMBRE.
Hay noticias muy importantes que pasan a veces desapercibidas para el gran público porque algún redactor jefe ha creído conveniente relegarlas a las últimas páginas de su revista... como si trataran sobre sucesos.
Por suerte, estos días he encontrado una de ellas. Se trata de un descubrimiento en Física.
Es especial porque puede ser tremendamente perturbador para los defensores a ultranza de cierta ortodoxia en materia científica... lo que, en mi opinión, es una buena señal, ya que generalmente las cosas que al principio son molestas y no se ajustan a la norma son las que hacen que el mundo avance.
Es esta...
Investigaciones desarrolladas desde hace varios años por equipos de físicos acaban de demostrar que una partícula elemental de materia llamada "neutrino" puede viajar a una velocidad superior a la de la luz, velocidad que había sido considerada como infranqueable en la teoría de Einstein.
La experiencia, bautizada como "Ópera", ha sido dirigida por los investigadores del CERN, en Génova, en colaboración con los del Laboratorio de Gran Sasso, en Italia, y ha sido además verificada en Francia por un especialista en física nuclear de Lyon. Ha permitido hacer desplazarse una partícula de materia de un punto A a otro B que distaban 730km, a una velocidad de 300.006 km por segundo.
¿Y qué ?− me diréis.
Es justamente eso lo que es especialmente interesante, e incluso fascinante ya que, según el Director del "Laboratorio de Astropartículas y Cosmología" de París, podría significar que esas partículas de materia han encontrado un atajo para viajar de un punto a otro... un atajo a través de otra dimensión.
Dicho de otra manera, quiere decir que en nuestro universo existiría al menos una dimensión adicional a las cuatro consideradas tradicionalmente (entre ellas el tiempo).
Y aquí estamos finalmente: es la puerta abierta a la posible aceptación oficial de la existencia de una quinta dimensión, una dimensión hasta ahora catalogada en el estante de las fantasías y dejada con ironía para algunos "exploradores del espíritu" de mi estilo, así como a los guionistas de ciencia ficción.
Evidentemente, las consecuencias de tal descubrimiento son incalculables ya que revolucionan las leyes de nuestro universo que se consideraban inmutables y que por tanto, van a transformar las mentalidades de nosotros los Terrícolas de manera irreversible.
De hecho, se acaba de lanzar un extraordinario puente entre el mundo de los científicos y el de los místicos, ya que el pensamiento y las experiencias interiores de estos últimos siempre han hablado de la existencia de un universo infinitamente más basto del que comúnmente admitimos.
El "viajero fuera del cuerpo" que soy se alegra enormemente de todo esto, en la medida en que el nuevo rostro de la grandeza de la Vida que está emergiendo va a contribuir inevitablemente a la expansión de las conciencias llevándolas a acercarse a ese "supra universo" que se esconde tras el nuestro y del que todos procedemos. Es la misma noción de realidad la que se va a ver transformada.
Creo que nunca nos hemos acercado tanto, de manera colectiva, al sentido profundo de la famosa frase que pronunció Cristo, que afirmaba: « Hay numerosas moradas en la Casa de mi Padre ».
Cuando la Ciencia tenga el valor y la audacia de explorar en dirección de esa "otra materia" que se esconde tras "nuestra" materia, comenzará a gustarme, ya que le vendrá bien al alma que le muestre el camino de la inmensidad que se abre ante ella, ante nosotros.
Como si fuera por un reflejo autodestructor, cuando se habla del año 2012 solo pensamos en cataclismos de todo tipo, en guerras o incluso en epidemias devastadoras... ¿pero no comenzaría la gran transformación anunciada también por este descubrimiento?
En mi opinión, el fabuloso y sagrado viaje de los neutrinos se dispone a abrir una brecha decisiva en nuestra conciencia colectiva y a sembrar conceptos que van a darle una respiración salvadora.
Hay una enorme esperanza tras todo ello, ¿no creéis?
Traducción: Equipo Isthar Luna-Sol.
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