Hace tiempo escribí sobre la Tierra y los Seres humanos. En ese momento, era así como veía la relación entre ambos. Tiempo después, observo que el vínculo se ha reforzado, muchos son los que se han abierto a otra forma de convivir pero, aún son necesarios muchos más.
Es importante continuar anclándonos firmes, los pies en la Tierra, la cabeza en el Cielo y el Corazón como un puente que los conecta, tan lejos pero tan cercanos.
PROYECTO ANCLAJE.
Imaginaros la situación.
Habéis decidido hacer un viaje, habéis escogido entre varios destinos, el más acorde a vuestras necesidades.
Habéis dedicado tiempo y energía a prepararlo todo.
Muchos Seres se han implicado en este viaje.
¡Estáis decididos! ¡Queréis viajar!
Buscáis la forma de llegar al sitio elegido, pero… os comentan que “hay lista de espera”,
muchos son los que desean ir al mismo lugar.
No importa, tenéis tan claro que es ahí a donde queréis ir que, el Universo pone todo a favor,
os ofrece un vehículo propio, está a vuestra disposición, ya podéis ir al sitio que habéis elegido.
Transcurre el viaje y llegáis a vuestro destino.
Todo está preparado, os están esperando, ¡Por fin habéis llegado!
Una vez ahí, ¿Qué hacéis?
A algunas personas les ha ocurrido que, al poco tiempo de llegar, quieren marcharse, por algún motivo que desconozco.
Afortunadamente, ocurre pocas veces.
También hay quienes se quedan en el lugar que han elegido, pero... aún teniendo delante, un sinfín de oportunidades y posibilidades, por algún motivo (que también desconozco), no lo exploran ni disfrutan del lugar.
Es como comprar “La guía del viajero”, leen todo lo que puede ofrecerles el sitio que han escogido, miran las fotos, aprenden sus costumbres, su paisaje, leen sobre la historia del lugar y de la gente que vive ahí, la flora, la fauna…pero no experimentan, no saborean, no tocan, no huelen, no lo viven. ¿Podrían decir que realmente conocen ese lugar?
¿De verdad han vivido ahí?
Es cierto que, no todos, pueden recordar en que momento han decidido hacer este viaje y cuál es el motivo principal por el que están aquí.
Tampoco pueden recordar por que escogieron este y no otro sitio, ni por que era bueno hacerlo en este momento, pero ... ¡Ya estamos aquí!
DISFRUTA DE ESTA OPORTUNIDAD, ¿QUIÉN SABE SI PODRÁS VOLVER AQUÍ?
¿ESTÁS SEGURO QUE TENDRÁS OTRA OPORTUNIDAD PARA REGRESAR?
Y AÚN ASÍ, ¿POR QUÉ DEJAR PASAR ESTA?
No hay límites, no hay imposibles, si es así, es porque tú te los pones, nadie más.
Eres libre, tienes un vehículo a tu disposición, puedes explorar cada rincón de este Bello lugar,
experimenta, prueba, saborea, déjate llevar, déjate sorprender, suelta, experimenta, ríe, comparte.
Cada día siento más fuerte que es necesario ABRAZAR a esta hermosa Dama que nos acoge en su casa, nos sostiene, nos alimenta, nos ofrece absolutamente todo, es el SER más hospitalario que podamos encontrar.
¿De verdad puedes darle la espalda a semejante invitación?
Cuando se nos invita a una casa, ¿Dejamos todo tirado, sucio, lleno de desperdicios?
¿Realmente nos da igual si rompemos algo? ¿Cogemos aquello que nos apetece o creemos que necesitamos y nos vamos sin más?
Pues entonces … ¿Por qué lo hacemos con la TIERRA?
Estamos aquí, por lo tanto VIVAMOS este momento.
Si estamos aquí y ahora, es porque, para nosotros, en este momento, la Tierra es el lugar perfecto para vivir, así lo hemos elegido, que más da si nos acordamos o no, basta de querer huir bajo el pretexto de elevarnos, de ser más espirituales, de mirar sólo hacia arriba, de seguir etiquetando que sólo aquello que se encuentra por encima de nuestro séptimo Chakra es luminoso.
¿Acaso nosotros no somos luminosos? ¿La Tierra no es luminosa? ¿La materia no está hecha de Luz?
TODO es Luz, de mayor o menor intensidad.
Podemos seguir posando nuestra mirada en el Cielo, pero con los pies en la Tierra.
¿Qué sentido tiene entonces, haber emprendido un viaje, llegar a destino y, al poco de llegar, dedicas tu energía a cómo será cuando regreses a casa?
¡Siempre regresarás a tu casa, a tu Hogar!
Ahora no se trata de llevarte un "recuerdo" de la Tierra cuando te vayas, sino, de traer a la Tierra algo de tu Hogar de orígen.
No sigamos pasando de puntillas, apoya tus pies, que cada paso que des, vaya dejando un rastro luminoso, que cada baldosa que pises, se encienda, se ilumine y, así, muy pronto, la Tierra sea más luminosa cada día.
Ilumina la materia, espiritualiza la materia, trae el Cielo a la Tierra.
Agradece su hospitalidad, abrázala, llénala de Luz, imprégnala de risas, de miradas tiernas,
escúchala, deja de pedirle y pregúntale qué necesita.
Todos hacemos el viaje con un billete de ida y vuelta.
La vuelta a casa está asegurada, pero...
¿ESTAS SEGURO QUE TENDRÁS OTRA OPORTUNIDAD COMO ESTA?
Semillas Solares.
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