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19 de septiembre de 2012
DAN WINTER. INTERACTUANDO CON EL ADN.
Dan Winter es un polifacético científico que tiene una teoría sobre los campos unificados.
- ¿Cómo nos afectan las emociones?
- Vivimos en un mar de ondas. Nosotros somos ondas, los estímulos exteriores que recibimos son ondas y éstas nos generan nuestras emociones que de igual modo son ondas.
Éstas interactúan con nuestro ADN que es también una onda, sólo que mucho más pequeña. Por lo tanto, las emociones afectan a nuestro ADN, pueden cambiarlo. El universo respira: galaxias, estrellas, planetas, humanos, células, átomos… todo.
-¿Qué quiere decir con esto de respirar?
- Respirar es contracción y expansión, lo que hace todo el universo. Y para que haya una buena contracción la estructura adecuada será la más natural.
¿Y cuál es esta estructura?
La estructura fractal.
¿…?
Fractal es un estructura cuyo patrón básico se repite a diferentes escalas del tamaño. Piensa en las clásicas muñecas rusas que caben unas dentro de otras. Del mismo modo podemos imaginarnos una cebolla, en la que la misma forma, cada capa, se repite hacia el exterior. Todo en la naturaleza tiene la misma estructura (forma) fractal y dicha estructura básicamente está en proporción áurea.
¿Y qué es la proporción aurea?
Mírate tu brazo. La longitud total de tu brazo está relacionada con la longitud del final de la mano al codo, de la misma manera que la longitud del final de la mano al codo lo hace con la longitud del codo al hombro. Esta proporción se repite por todo tu cuerpo y en el resto de la naturaleza. Por ejemplo, en las ramificaciones de los árboles, en los nervios de sus hojas, en nuestro sistema sanguíneo o en los ríos del planeta.
¿Y todo esto, por qué me lo dice?
Porque nuestro ADN podrá cambiar para bien o para mal. Esto dependerá de un estilo de vida al que llamamos higiene, que viene dada por encontrarnos en un entorno natural, comer comida de ese entorno y practicar disciplinas naturales como el taichi, el yoga o cualquier otro arte marcial que nos conecten con ese entorno. Si nos encontramos en este tipo de ambientes, practicando estas rutinas, meditando, generaremos un estado de bienestar (onda).
¿Por qué?
Porque precisamente la respiración es coger lo que está fuera e introducirlo en nuestro interior. Si lo que está a nuestro alrededor es natural o fractal nosotros nos iremos armonizando con nuestro entorno, contrayéndolo hacia nuestro interior. Del mismo modo, si el entorno no es natural, nos influirá a la inversa, nos llevará hacia un estado de desequilibrio.
La segunda parte de la respiración, que es la expansión hacia el exterior de lo que hemos introducido en nuestro interior, la podemos relacionar con el campo magnético humano o aura, que crecerá o decrecerá dependiendo de lo que nos rodea, puesto que si el exterior no es natural o fractal, al contraerse hacia nuestro interior generará una fricción, que provocará la pérdida de parte de lo que se comprimía, dando lugar a una menor expansión. Entonces, dependiendo de mi entorno, podré vivir de un modo saludable o desarrollar cualquier enfermedad.
Y las enfermedades, que son simples desequilibrios que llevan afectándonos durante mucho tiempo, se pueden curar con cambios en nuestro estilo de vida, como comentábamos, en vez de con medicinas alopáticas o convencionales que tratan los síntomas de una enfermedad en vez del previo desequilibrio.
¿Me esta diciendo que puedo curarme un cáncer yéndome a vivir al campo?
Sí. Existen multitud de estudios al respecto, y sin ir más lejos, yo tengo un amigo al que le diagnosticaron un cáncer y decidió no tener en cuenta la opinión de los médicos y trasladarse de la ciudad a la montaña donde construyó con su hermano una casa rural donde vive feliz en perfecto estado de salud desde entonces.
El truco reside en que si yo no te digo porqué enfermas pero te receto medicinas para que te cures, no estoy erradicando el problema sino que estoy tapando síntomas que, evidentemente, tienen una raíz.
¿Esto funciona para todo el mundo?
Para responderte a esta pregunta podríamos poner como ejemplo el efecto placebo. Dependiendo de nuestra creencia acerca del tratamiento que estamos recibiendo, éste nos hará más o menos efecto. El efecto placebo nos demuestra que lo que cura al enfermo es su creencia en que el médico y su método lo curarán, pero no la pastilla de azúcar que le han dado haciéndole creer que era una medicina normal.
Aquí vemos que en realidad es el enfermo el que se cura a sí mismo, es su creencia, la que genera una emoción que lo sana.
¿Entonces son las creencias lo que nos permite sanar?
Efectivamente. Es a través de la educación que nos han programado para creer que el único que nos puede sanar es un médico y sus medicinas, nunca nosotros mismos. Desde que nacemos es un médico el que nos saca de dentro de nuestras madres y desde ese momento nos inculcan la idea (nos programan) de que cuando enfermamos hemos de acudir al médico.
Éste nos recetará medicinas y éstas intentarán curarnos. Cuántas veces nos hemos dado cuenta de que yendo de camino hacia el médico nos empezamos a encontrar mejor.
¿Entonces cree que es la educación la que tiene el papel fundamental en la sanación? Evidentemente. Si desde que eres niño te inculcaran que puedes sanarte a ti mismo a través de un estilo de vida concreto, como la que hablábamos antes, entonces recuperarías tu poder de sanción y dejarías de ser dependiente del sistema médico.
¿Es feliz?
Lo intento, porque ser feliz es la única manera que tengo para ayudar al planeta. Al ser feliz cada vez soy más fractal, y envío esta fractalidad que es armonía a todo y a todos.
Revista dDona.
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