26 de octubre de 2012

PENSAMIENTO + PALABRA = REALIDAD.

Antes de ir al Congreso "Más Allá del 2012", dejé escrito este artículo que, está en sintonía con lo que ha explicado Inelia Benz.
Nada es casual, son pequeños guiños que nos confirman que, estamos en el buen camino.

Dice la sabiduría de los antiguos que las PALABRAS Y PENSAMIENTOS son como hilos que nos conducen hasta la ACCIÓN, y dependiendo de la energía de aquello que hemos dicho, los hilos pueden quedarse a nuestro lado y con el tiempo, se enredan en los pies y nos amarran a nuestras propias palabras, impidiendo que caminemos libremente hacia la realización de nuestros sueños.

Necesitamos volver a contactar con esa fuerza originaria para despertar y activar el poder de crear realidades con la palabra.
Las palabras son energía, vibración, sonido, luz, transportan una intención, un mensaje, son la parte visible de los pensamientos y, también, tienen diferentes formas.

En el mundo sutil se podrán ver más o menos luminosas, con formas bonitas, redondeadas o con aristas, puntiagudas,  formas agresivas o formas amorosas, benéficas, dependiendo de la intención con la que se han impregnado.
Las palabras, los pensamientos y las emociones pueden ser como una tela de araña que te amarran o pueden ser destellos luminosos que liberan y sanan si son integras, amorosas, sabias y generosas.
Estos destellos luminosos, están destinados a crear más luminosidad, tanto en tí, como en tu entorno pero, si las palabras o pensamientos, están cargados de algún veneno, podrían herir, separar, dividir y distorcionar la realidad.

Las palabras que emitimos desde nuestro Ser, cargadas de amor, transportan la energía de la sanación, revitalizan el Alma de quien las escucha, llenan el ambiente de luz y penetran los rincones más olvidados del inconciente, recorren grandes distancias para, finalmente, unirse al Gran Egregor de la Luz. 
Hay palabras que surgen de una sabiduría profunda, de momentos de meditación y reflexión y estas, producen un impacto que ayudan en el despertar de la humanidad.
Existen palabras que nacen del silencio más profundo, quizá no se escuchen, pero sí es posible ver su luz y sentirlas.
No olvidemos que los pensamientos y las emociones también son palabras, palabras no emitidas, palabras sin sonidos pero cargadas de aquello que sentimos y nos acompañan allá donde vamos, nuestro cuerpo es el vehículo que transporta nuestro mundo interior. 
Es tiempo de retomar el verdadero poder de la palabra, de los pensamientos, estos son el preámbulo de la materialización.
A cada instante construimos nuestra vida, recordemos que las palabras son como semillas que contienen todo lo necesario para manifestarse y trascender nuestra realidad.
Colaborando con esta energía que nace de nuestro interior, podemos ser más concientes y reconocer que cada palabra puede llegar a ser una semilla de luz. 
Depende de cada uno que tipo de semilla querrá sembrar.
Semillas Solares.
Así me lo han dicho.



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