¿NOS DA PEREZA SER FELICES?

Tenemos muchas razones para ser felices y también, muchas oportunidades para serlo pero... siempre decimos que no tenemos tiempo o lo dejamos para luego, que primero hay que hacer otras cosas y después, si sobra tiempo, ya veremos... nos boicoteamos de mil maneras. En realidad, lo que no tenemos es el coraje de aprovechar todas las oportunidades. De hecho, ni siquiera somos conscientes, la mayoría de las veces, de que no aprovechamos las múltiples oportunidades que se nos presentan cada día, a cada momento. Por eso, parece que siempre estamos buscando algo más, que no nos sentimos satisfechos totalmente. Pero no importa cuanto lo intentemos, no importa lo que recibamos, parece que no es suficiente, queremos más y tampoco terminamos de encontrar la fuerza necesaria para ser felices con lo que tenemos, con lo que  somos, tal como somos. ¿Qué nos ocurre? ¿Nos da pereza ser felices? Entonces, si la pereza es la raíz del problema, vamos a quitar todos los "hierbajos" de raíz. Tenemos infinitas razones para ser felices, es más, la naturaleza original del ser humano, es la felicidad.  Nosotros somos felicidad básicamente. Así que, si realmente queremos recuperar el estado de felicidad, habrá que hacer un poco de ejercicio. Es necesario hacer un compromiso personal, dedicarnos momentos que enriquezcan el Alma para que esta, vuelva a expresarse en toda su plenitud, dejar de ahogarla con mil historias que terminan poniendo un velo tras otro y no permiten que la luz pueda aflorar en todo su esplendor. Aquellos que no se comprometen con su vida, pierden el control o lo ceden a algo externo.  Si se continúa actuando sin ser conscientes, es imposible lograr la atención plena en el presente y enfocar la mente de forma productiva y serena, esto hará que sigamos sin ver lo que tenemos, sin reconocer ni aceptar los regalos que la vida nos ofrece constantemente.   A veces, continuamos enfocando la vista en lo que creemos que nos falta, en lo que todavía no llegó y deseamos y es así que continuamos ciegos ante la vida, sin ver que la abundancia y todo lo que realmente necesitamos está en nosotros y también en todo lo que nos rodea. Hay que "desaprender" los conceptos y modos de funcionar que ya han quedado obsoletos y para eso, es necesario ejercitarnos, poner en práctica una nueva escala de valores y dedicarle un tiempo cada día.  El tratamiento para la pereza es ponerse en marcha, creer en tí, tener confianza en nosotros mismos. Ese es todo el ejercicio que tienes que hacer, ejercitar tu poder, tu confianza, renovar la forma en que miras tu vida, lo que tienes, lo que sabes, hacer sitio para que tu Alma despliegue sus alas, mirarte cada día a los ojos y decirte: "El imposible no existe, es un absurdo, todo es posible". El propósito de la vida es disfrutar de todo el potencial que tenemos a la vez que vamos haciéndonos más conscientes. La felicidad es incondicional, igual que el Amor. Si queremos seguir este camino, necesitamos confiar en nosotros, en nuestro potencial y ejercitarlo, desarrollarlo y ponerlo en marcha. Ejercitar una nueva consciencia, una nueva visión, un nuevo sentir, una nueva forma de expresarnos, este es todo el ejercicio que necesitamos hacer cada día. En caso contrario, la pereza nunca nos dejará encontrar el camino que nos conduce a la plenitud. La pereza nos empuja hacia abajo. No hagáis amistad con la pereza, aunque la encontréis por todos lados. Es fácil llegar a ser su amigo. Sin embargo, no es una buena compañera de viaje para esta vida. Semillas Solares. Así me lo han dicho.