El neurocientífico Joe Dispenza acaba de sacar un libro con el título de ‘Deja de ser tú’. En
él expone los últimos descubrimientos de la neurociencia y, a partir de ahí,
desgrana un método de meditación que tiene en cuenta el poder del cerebro para
generar una nueva realidad personal.
—En el título de su último libro
Ud. nos insta a que rompamos el hábito de ser nosotros mismos. ¿Cómo debemos
entender esta invitación?
En todos mis años de investigación he llegado a entender que la mayoría de
las personas intentan crear una nueva realidad personal teniendo la misma
personalidad, y esto no funciona; tenemos que llegar a ser alguien distinto. Tu
personalidad crea tu realidad personal, y tu personalidad se construye en
función de cómo piensas, cómo actúas y cómo sientes. O sea que tus pensamientos,
sentimientos y acciones han creado la personalidad actual que llamas tu
vida.Esto significa que si quieres crear una nueva vida, una nueva realidad personal, en un nivel fundamental tienes que examinar los pensamientos que has creado y decidir si estos apoyan tu propósito. También tienes que ser consciente de los hábitos y comportamientos que continúan causando que hagas lo mismo que estás haciendo y escoger si quieres continuar llevando a cabo estas elecciones.
Asimismo, debes mirar las emociones que has memorizado y que se han convertido en parte de tu personalidad.
"Donde pones tu atención pones tu energía". De acuerdo con el modelo cuántico de la realidad, tu observación literalmente se convierte en algo concreto.
Creo que hemos estado instruidos como sociedad para centrarnos en nuestros problemas, de tal modo que afloran las emociones que tenemos conectadas con ellos, las cuales vuelven a conducir a los mismos pensamientos.
Este ciclo de pensar-sentir crea un estado particular del ser. Empezar a sacar la atención de nuestros problemas y empezar a mirar las posibilidades, significa que vamos a ser los creadores de la realidad en lugar de sus víctimas. Es muy fácil de decir y necesita una cierta cantidad de esfuerzo hacerlo…
La importancia de distanciarnos de nuestra vida y empezar a enfocarnos en lo que queremos en lugar de lo que no queremos significa que, creemos que nuestros pensamientos realmente tienen algo que ver con nuestro destino.
—¿Hasta qué punto somos libres, a
nivel genético, para anclar otras opciones?
Los seres humanos no tenemos un sistema operativo, un
software, que determine que seamos de una manera o de otra; no estamos
predeterminados por nuestra genética, sino que somos modélicos en cuanto a
nuestra capacidad de adaptarnos al cambio.
El problema es que pensamos entre
60.000 y 70.000 pensamientos cada día y que, de todos estos, el 90% son los
mismos que tuvimos ayer. Los mismos pensamientos nos llevan a las mismas
elecciones, las mismas elecciones nos llevan a la misma conducta, la misma
conducta nos lleva a las mismas experiencias, las mismas experiencias han creado
las mismas emociones, y las mismas emociones conducen a los mismos pensamientos.
Y a esto se le llama personalidad. Tiene sentido, entonces, que la ciencia nos
diga que la personalidad se convierte en software cuando tenemos
treinta y cinco años: a esa edad ya hemos consolidado, inconscientemente, todo
un conjunto de conductas memorizadas, de reacciones emotivas, de percepciones en
las que creemos y de actitudes. Sin embargo, si cambiamos nuestra consciencia y
nuestra mente, nuestra biología se reorganizará para reflejar esa nueva
mente, esa nueva realidad.
Por ejemplo, cada vez que aprendes algo nuevo haces una
nueva conexión en tu cerebro pensante. Si seleccionamos este conocimiento y
empezamos a consolidarlo, empezamos a hacer una conexión más permanente. Un nuevo
pensamiento nos debería llevar a una nueva elección, una nueva elección debería
crear una nueva conducta, una nueva conducta debería crear una nueva
experiencia, una nueva experiencia debería enriquecer el cerebro y entonces
producir una nueva emoción.
Esa emoción empezaría a activar nuevos genes, nuevas
formas de funcionar (en ese momento empezaríamos a reescribir el ‘programa
informático’ de nuestro cerebro) y, finalmente, debería inspirar nuevos
pensamientos. A esto se le llama evolución.
—Cuando establecemos una nueva
conexión ¿qué pasa con la anterior? ¿Nos sigue condicionando de algún
modo?
De conformidad con la neurociencia, el modelo del cambio
exige desaprender y reaprender, romper el hábito del anterior yo y reinventar un
nuevo yo, hacer nuevas conexiones sinápticas y extenderlas, desmemorizar las
emociones que están almacenadas en nuestro cuerpo y después reacondicionar el
cuerpo hacia una nueva mente y una nueva emoción. A medida que empezamos a
cambiar, tiene lugar un reajuste biológico en el cerebro.
La neurociencia dice que las células nerviosas que se
activan juntas, se conectan juntas, y que las células nerviosas que ya no se
activan juntas, dejan de estar conectadas. A medida que uno empieza a cambiar y
crea un nuevo aspecto de sí mismo tiene lugar una reorganización en el cerebro;
los viejos circuitos conectados con los viejos pensamientos, los viejos
comportamientos y las viejas emociones se rompen y los nuevos toman forma.
Esto
es la neuroplasticidad.
Athanor.
los conceptos de como una persona puede manejar su personalidad, me suena a que esta misma se asimile a un dios; por que si controlas tu cerebro controlas tu cuerpo y si controlas tu cuerpo controlas tu alrededor, claro que, demandando del esfuerzo propio o fuerza de voluntad.. (sobrenatural)
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