“Entramos en un pequeño café, pedimos y nos sentamos en una mesa. Luego entran dos personas:
- Cinco cafés. Dos son para nosotros y tres “pendientes”.
Pagan los cinco cafés, beben sus dos cafés y se van. Pregunto:
- ¿Cuáles son esos “cafés pendientes”?
Me dicen:
- Espera y verás.
Luego vienen otras personas. Dos chicas piden dos cafés – pagan normalmente. Después de un tiempo, vienen tres abogados y piden siete cafés:
- Tres son para nosotros, y cuatro “pendientes”.
Pagan por siete, se toman los tres y se marchan. Después un joven pide dos cafés, bebe sólo uno, pero paga los dos. Estamos sentados, hablamos y miramos a través de la puerta abierta la plaza iluminada por el sol delante de la cafetería. De repente, en la puerta aparece un hombre y pregunta en voz baja:
- ¿Tienen algún “café pendiente”?
Este tipo de iniciativa, por primera vez apareció en Nápoles. La gente paga anticipadamente el café a alguien que no puede permitirse tomar una taza de café caliente. Allí dejaban en los establecimientos de esta manera no sólo pagado el café, sino también comida. Esa red solidaria ya ha pasado las fronteras de Italia y se ha extendido a muchas ciudades de todo el mundo.
Es una iniciativa que invita a realizar una acción solidaria, sin fines de lucro y basada en la confianza y la cooperación.
Consiste en pagar anticipadamente un café a alguien que no tiene recursos para comprar una taza de café.
Esta idea surgió en Italia, con el nombre de “Caffe Sospenso” y gracias a las redes sociales, se está extendiendo a varios países, España, Argentina, Holanda, etc. con muy buena respuesta de la gente.
¿Quieres unirte a la red solidaria? www.cafespendientes.es
- Cinco cafés. Dos son para nosotros y tres “pendientes”.
Pagan los cinco cafés, beben sus dos cafés y se van. Pregunto:
- ¿Cuáles son esos “cafés pendientes”?
Me dicen:
- Espera y verás.
Luego vienen otras personas. Dos chicas piden dos cafés – pagan normalmente. Después de un tiempo, vienen tres abogados y piden siete cafés:
- Tres son para nosotros, y cuatro “pendientes”.
Pagan por siete, se toman los tres y se marchan. Después un joven pide dos cafés, bebe sólo uno, pero paga los dos. Estamos sentados, hablamos y miramos a través de la puerta abierta la plaza iluminada por el sol delante de la cafetería. De repente, en la puerta aparece un hombre y pregunta en voz baja:
- ¿Tienen algún “café pendiente”?
Consiste en pagar anticipadamente un café a alguien que no tiene recursos para comprar una taza de café.
Esta idea surgió en Italia, con el nombre de “Caffe Sospenso” y gracias a las redes sociales, se está extendiendo a varios países, España, Argentina, Holanda, etc. con muy buena respuesta de la gente.
Es realmente algo tan lindo, un gesto para aquellos que no pueden tener un café calentito, ojalá se lleve a cabo y no se roben los bares lo que se paga por ello.
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