▼
11 de mayo de 2013
DANIEL MEUROIS. LAS ÚLTIMAS DÉCADAS.
Han pasado treinta años desde que comencé a dedicar mi vida a escribir y reflejar la inmensidad de la vida.
Treinta años para descubrir las mil facetas, visibles e invisibles del alma humana, tratando de penetrar en los misterios del cuerpo, de los mundos sutiles y finalmente hacer un homenaje a la divina energia que todo lo impregna.
Cuando hoy miro hacia atrás en el camino, después de miles de páginas escritas y cientos de conferencias, me sorprende sentirme igual, "al pie de la montaña", como en mi infancia, es decir, con la sensación de que queda todo por hacer.
Sí, todo o casi todo, lo esencial. Este esencial, en mi opinión, es nuestro encuentro con lo sagrado.
¿Es decir que, realmente no ha sucedido nada durante todo este tiempo? No, evidentemente.
Incluso hubo mucha consciencia, muchos cambios de registros que han alterado la trayectoria de aquellos de nosotros que realmente han demostrado la valentía de cuestionar el significado de la vida.
Tuve el privilegio y la responsabilidad de ser invitado a menudo a los primeros encuentros sobre estos temas para hablar con esperanza y entusiasmo a todos los que esperan un mundo mejor.
Pero ¿qué es un mundo mejor? Es simple, me parece...
Un mundo donde uno ama más, donde tratamos de no engañar a los demás ni a uno mismo, un mundo donde el respeto no es una palabra vacía y sobre todo, donde lo sagrado, es un valor fundamental.
Confieso haber creído y seguir creyendo ciertamente de la misma manera pero, en todo caso, no en los mismos caminos.
Creo en la información que es capaz de rasgar los velos que cubren la consciencia, en que, revelar los datos reduciría la limitación interna que produce el miedo. Pensé que, revelar las verdades nos permitiría dar a luz un nuevo mundo.
Creo que siempre es necesario decir las cosas pero, creo ante todo, que es el momento de hacer un balance de qué ha sido absorbido, digerido y dónde está aún el bloqueo.
Parar un momento, dejar de contar historias y decir: "¿Qué es lo importante? ¿Seguir buscando constantemente nuevos datos, ronronear en el universo interior que hemos construido o por el contrario, comenzar a vivir según los principios a los que nos hemos adherido y, especialmente, según la audacia de nuestro corazón?"
Quiero decir que, después de más de treinta años de servicio, hoy me siento testigo de la saturación de una parte de nuestra humanidad que está buscando una nueva ética de vida pero que, sin embargo, dormitan dentro de las "viejas-nuevas" certezas. Esta saturación, que refleja un crisol de informaciones en todas las direcciones y a veces contradictorias, evita que lo Sagrado se exprese. Reprime y banaliza las manifestaciones.
Dentro del área en la que yo trabajo, muchos son llevados a leer los libros que escribo y que inspiran a otros.
Muchos también han canalizado indiscriminadamente, hasta el punto en que, una nueva jungla está naciendo donde, el sentido común, está a menudo ausente.
Esta jungla que, abarca un cuarto de siglo o un poco más, se llama "New Age".
Puede sorprender que diga esto...
Para hablar con franqueza, excepto en la infancia, nunca he estado preocupado por una época por que, rápidamente, se presenta como una moda o un estilo de vida.
Busco que florezca el espíritu dentro de un cuerpo sano y la profunda relación con lo que siempre ha sido mi motor. Los motores que no pueden llevar al engaño.
Por desgracia, aunque es cierto que debemos explorar todo, en la búsqueda de una nueva era he visto a una parte de la sociedad, reproducir los mismos comportamientos que en los siglos pasados, las luchas y las falsificaciones, grandes a veces... Teniendo en cuenta esto, a menudo entiendo el rechazo que la búsqueda de lo sutil y de la Luz siga siendo sistemáticamente marginado, incluso condenado al ostracismo.
A través del tiempo, la New Age, comenzó a funcionar como la iglesia, aunque con otros ritos y otros dogmas. Me refiero al sentido de la puesta en escena, de cierto control y de algunas contra-iniciaciones, todo esto continúa, mientras que lo Sagrado, sigue siendo difícil de alcanzar.
Probablemente considere grave lo que digo pero, sin embargo, no estoy desanimado ni amargado. Simplemente creo que tenemos que hacer un poco de limpieza, una vez más.
¿No es hora de darse cuenta que no es suficiente ponerse en la posición de loto, quemar incienso, cantar el mantra Aum, hablar de Chakras y Kundalini, hacer sonar los cuencos de cristal para convertirnos en mejores seres humanos?
Lograr esto es uno de los mayores retos a los que, muchos de nosotros, debemos aprender a enfrentarnos en los próximos años.
La mayoría de nosotros, todavía carece de un contacto íntimo con sus capacidades innatas.
La proliferación de seminarios de todo tipo, dan lugar a una especie de "bulimia" y no siempre están ahí para ayudar.
Coaches de vida, chamanes, curanderos, sanadores, etc, abundan en todos los idiomas y en todos los ámbitos de la vida, hasta el punto que pronto, habrá más maestros que alumnos.
Me parece que, hoy en día, el valor de lo audaz, de lo auténtico y más bello, se encuentra en una palabra: LUCIDEZ.
Tener, en efecto, la fuerza de mirar hacia dentro, ignorando lo que se ha ido acumulando durante años y simplemente preguntarse: ¿Quién soy? ¿Cuál es mi verdadera naturaleza y mi relación con lo Divino?
Detrás de esta pregunta está todo o casi todo, porque se refiere no a lo que se ha aprendido sino, a la verdadera capacidad de expresión y transmisión del Amor.
Detrás de esta pregunta también están nuestras barreras en forma de mezquindad, esas fronteras que todavía no hemos conseguido disolver y mantienen nuestras máscaras, aunque ya no sean igual que en el pasado.
Mi opinión es que, no podemos centrarnos solo en la espiritualidad y en la salud general del ser, mientras continuemos pasando al lado de nuestros iguales, no los toquemos o lo hagamos simplemente para consolarnos de nuestros problemas, seguiremos sin encontrar nuestro lugar dentro de la sociedad.
El año 2012 parece ser para algunos la fecha de los castigos o las recompensas, o donde todo asciende...
¿Realmente sabemos qué es la famosa ascensión que alguna literatura promete después de elevar la vibración?
Es un estado de felicidad que algunos raros maestros alcanzan a partir de un trabajo que han realizado con discreción.
Es un estado de iluminación excepcional que no se da a cualquiera, ni a algunos elegidos que subirán a una nave nodriza sino, a aquellos que, precisamente han hecho la unidad con lo divino en el día a día.
Esta fusión es nuestra herencia en términos absolutos, por supuesto... paremos a pensar, no es como dicen los anuncios: "Porque yo lo valgo". El valor de un Alma no se da por gracia divina con un toque de varita mágica. Se construye.
La Luz se cultiva, la invitas a vivir en ti y la desarrollas. No sirven las medias verdades o las aproximaciones.
Es el fruto de la verdad, es lo que nace de la autenticidad, lejos de los engaños.
Personalmente no me importa qué nivel de apertura tiene mi cuarto o quinto Chakra para saber en qué etapa de evolución estoy. Sin embargo lo que me parece importante es aprender cada día un poco más a encontrarme con la Inteligencia de lo Sagrado en todo lo que la vida me propone.
¿Es tan difícil ser simple?
Daniel Meurois.
Revista: Recteau-Verseau
Traducción: Semillas Solares.
Este hombre tiene la capacidad de expresar lo que siento pero que no tengo su capacidad para decirlo con sus palabras "lucidas", honestas, sinceras...
ResponderEliminarGracias semillas solares por traérnoslo siempre por aquí
Gracias a ti María. Comparto tus palabras. Me ocurren muchos sincronismos con él, reflexiono sobre un tema y aparece un escrito de Daniel relatando lo mismo. Abrazos.
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo con lo que dice Daniel, a veces nos olvidamos de lo más simple, y creo que ahí es donde está lo más importante.
ResponderEliminarPersonalmente creo que debemos seguir el ejemplo de los niños, yo me pregunto ¿acaso algun bebé, algún niño bien pequeño, puede no estar iluminado?, según yo entiendo, todos lo estan, pero crecemos y nos olvidamos de vivir de disfrutar de todas esas pequeñas cosas que pasan a ser rutinarias. Dejamos de ilusionarnos al ver el agua girar cuando se va por el desague, ayer mi hija mayor me decia "mira mama, hay un tornado", yo resigada dejé lo que estaba haciendo en la cocina para ver lo que ella queria compartir conmigo. Creo que debemos abrirnos a aprender lo que nos han venido a enseñar nuestros hijos.
Yo siento a Daniel Meurois como un Padre-Madre lleno de sabia entrega hacia su prole, y la apremia, para que deje de mover las herramientas a su alcance y se funda con ellas; que las integre y eleve su corazón y deje de llenar su intelecto.
ResponderEliminarGracias Olga y Teresa. Daniel siempre nos invita a reflexionar sobre la vida, puede gustar o no, pero no deja indiferente a nadie, es lo que tiene.
ResponderEliminarLo simple, siempre es lo más auténtico. Nacemos sabios, lúcidos y luminosos pero, nos vamos "contaminando" día a día. Ahora el aprendizaje es, liberarnos del lastre acumulado, aligerarnos. ¡En eso estamos! Abrazos a las dos.