Sonó la campana del despertar y, por primera vez en cientos de miles de años, los mundos de la luz y el consejo de la confederación intergaláctica son accesibles para nosotros. Es el momento de que tanto tu como yo, como el planeta entero, nos unamos a la dimensión de la eternidad. Aquí en la Nueva Tierra participamos sin descanso en una multitud de ceremonias, peregrinajes, círculos de sanación, meditaciones o convocatorias planetarias. Pero en el cielo también las energías de nuestros hermanos estelares y de las fuerzas angélicas se unen en círculo, preparando y celebrando el próximo despertar de la humanidad y el regreso de la luz y del fuego espiritual de los que tanto tiempo hemos estado privados.
Es ese fuego purificador el que ha provocado un verdadero tsunami de la conciencia social, sacando a la luz todas las mentiras y desigualdades que campan por sus respetos en la llamada democracia occidental.
La energía de Shiva deshace desde hace tres años nuestra cultura de plastilina y chuches, y estará plenamente activa hasta primeros del 2015, cuando termine la reconstrucción y llegue el momento del contacto celeste. Será la unión entre nuestra nueva cuarta dimensión y los mundos conscientes de nuestro cuadrante galáctico.
Todas las claves llegadas del Sol penetrarán en nuestro cuerpo activando nuevos filamentos del código genético, liberando implantes y despertando la conciencia multidimensional que se esconde en el llamado adn basura. Y también alcanzarán a los viejos linajes indígenas, sus ruedas medicinales y sus círculos de fuego, que han mantenido vivas las claves de la renovación planetaria.
El despertar se extenderá por todo el manto verde de la Diosa Tierra y manifestará en las cuatro direcciones el triunfo de la luz y la conciencia. Nunca más el olvido del ser, nos hemos ganado el derecho a percibir nuestro cuerpo luminoso, a viajar y conectar con otras dimensiones y a mantener un contacto directo con nuestra familia estelar.
Todas las claves llegadas del Sol penetrarán en nuestro cuerpo activando nuevos filamentos del código genético, liberando implantes y despertando la conciencia multidimensional que se esconde en el llamado adn basura. Y también alcanzarán a los viejos linajes indígenas, sus ruedas medicinales y sus círculos de fuego, que han mantenido vivas las claves de la renovación planetaria.
El despertar se extenderá por todo el manto verde de la Diosa Tierra y manifestará en las cuatro direcciones el triunfo de la luz y la conciencia. Nunca más el olvido del ser, nos hemos ganado el derecho a percibir nuestro cuerpo luminoso, a viajar y conectar con otras dimensiones y a mantener un contacto directo con nuestra familia estelar.
Ya son muchos los que viven estos estados alterados de conciencia, recibiendo mensajes de la quinta dimensión, dialogando con otras encarnaciones anteriores, viajando a través de los éteres y percibiendo imágenes del próximo futuro. Otros sienten entre los omóplatos el fuego de la conciencia crística (centro espiritual liberado en el año 2007 y que se había mantenido bloqueado durante siglos para defender al universo del contagio de las emociones negativas).
Siempre presente la magnífica frase de mi más tierna infancia: “Fuego vine a traer a este mundo y qué quiero sino que arda”. El Fuego del espíritu ha quedado anclado definitivamente en la Tierra Gaia y está penetrando toda la materia y la vida celular, hasta que podamos habitar en plena conciencia nuestro ser transcendente.
La Clara Luz de la Merkabah ha estado bloqueada durante más de 10.000 años por las tres envolturas de la matrix en las que quedamos encerrados, pero ha llegado el momento de su disolución. Ya no son más necesarias después de la separación de la 3ª y la 5ªD que muy pronto se manifestará en lo cotidiano, separando a la humanidad en dos partes. La de aquellos que no desean asumir su divinidad interna y prefieren ser dirigidos por otros (teniendo libertad para seguir viviendo libremente todo tipo de emociones egóticas), y los que invocan amorosamente la Presencia Yo Soy, aman a nuestra madre Tierra, y empiezan a encarnar plenamente su naturaleza divina.
Siempre presente la magnífica frase de mi más tierna infancia: “Fuego vine a traer a este mundo y qué quiero sino que arda”. El Fuego del espíritu ha quedado anclado definitivamente en la Tierra Gaia y está penetrando toda la materia y la vida celular, hasta que podamos habitar en plena conciencia nuestro ser transcendente.
La Clara Luz de la Merkabah ha estado bloqueada durante más de 10.000 años por las tres envolturas de la matrix en las que quedamos encerrados, pero ha llegado el momento de su disolución. Ya no son más necesarias después de la separación de la 3ª y la 5ªD que muy pronto se manifestará en lo cotidiano, separando a la humanidad en dos partes. La de aquellos que no desean asumir su divinidad interna y prefieren ser dirigidos por otros (teniendo libertad para seguir viviendo libremente todo tipo de emociones egóticas), y los que invocan amorosamente la Presencia Yo Soy, aman a nuestra madre Tierra, y empiezan a encarnar plenamente su naturaleza divina.
La clave de esta transformación es la aspiración espiritual. La llamada interna cargada de sentimiento y con una mente enfocada en el objetivo a realizar en la materia. Un designio que se abre a los planos superiores, un anhelo que convoca la ayuda y la energía de aquellos que nos han servido de guías o del mismísimo padre Sol, mientras somos capaces de realizar nuestros sueños por nosotros mismos.
Cada día más transparentes, con menos nudos en el corazón y con menos bloqueos en nuestros diferentes cuerpos. Más sensibles a la luz del espíritu, descansando en ese resplandor cristalino que purifica tanto la materia como el psiquismo, actuando incluso dentro de la estructura dependiente de la matriz.
Será la Madre Divina la que transmita a la humanidad el anuncio del cambio definitivo de dimensión. Por fin el cielo y la tierra van a caminar al mismo paso, toda la humanidad al lado de nuestros hermanos estelares y seres angélicos, para no separarnos jamás. La magnetosfera terrestre ha sido el medio que han utilizado para anclar la Luz en esta dimensión, y a partir de ahora todo lo que haga resistencia a la conciencia iluminada debe caer y desaparecer para siempre. Es el reino del corazón que ya llega.
Cada día más transparentes, con menos nudos en el corazón y con menos bloqueos en nuestros diferentes cuerpos. Más sensibles a la luz del espíritu, descansando en ese resplandor cristalino que purifica tanto la materia como el psiquismo, actuando incluso dentro de la estructura dependiente de la matriz.
Será la Madre Divina la que transmita a la humanidad el anuncio del cambio definitivo de dimensión. Por fin el cielo y la tierra van a caminar al mismo paso, toda la humanidad al lado de nuestros hermanos estelares y seres angélicos, para no separarnos jamás. La magnetosfera terrestre ha sido el medio que han utilizado para anclar la Luz en esta dimensión, y a partir de ahora todo lo que haga resistencia a la conciencia iluminada debe caer y desaparecer para siempre. Es el reino del corazón que ya llega.
Entre tanto, ¿qué es lo esencial? ¿Qué podemos hacer? Se trata de una ofrenda al espíritu y a la madre divina en cada uno de nuestros actos; de una plena confianza en la inteligencia y la infalibilidad de esa luz del espíritu a la que pedimos que guíe nuestra vida. Ésta es la mejor disposición para nuestro encuentro con la familia estelar, sin olvidar que ellos también se están preparando desde hace años de tiempo lineal para afrontar su parte del mismo.
El Fuego predicho por el Cristo ya ha llegado, y no sólo en nuestro corazón y en el corazón de la Tierra, sino que está inundando toda la tercera/cuarta dimensión elevándola de frecuencia y transmutándolo todo a su contacto.
El Fuego está aquí, como la Luz del Espíritu y hemos de abandonar toda lucha, simplemente aceptar esta nueva realidad y gozar con ella, porque el Fuego es el vehículo eterno de lo Divino, del Amor y de la Verdad que somos.
Emilio Fiel.
El Fuego predicho por el Cristo ya ha llegado, y no sólo en nuestro corazón y en el corazón de la Tierra, sino que está inundando toda la tercera/cuarta dimensión elevándola de frecuencia y transmutándolo todo a su contacto.
El Fuego está aquí, como la Luz del Espíritu y hemos de abandonar toda lucha, simplemente aceptar esta nueva realidad y gozar con ella, porque el Fuego es el vehículo eterno de lo Divino, del Amor y de la Verdad que somos.
Emilio Fiel.
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