Recuerdo que al comienzo del movimiento feminista, estaba sorprendido por su existencia. Era un adolescente y no entendía demasiado...
De hecho, a mi parecer, creía que el hombre siempre había sabido honrar y alabar a la mujer. ¿Por qué? Me encontraba entonces atraído por las artes, por todas las formas del arte. El arte de manejar las palabras y hacer poemas de amor, el arte de pintar cuadros, el arte de esculpir y, por supuesto, el arte de combinar los sonidos y hacer surgir melodías.
Cada uno de ellos parecía ser la mejor manera de conectarse a un principio superior donde, el don femenino, era su embajador.
Así pasaba días enteros hojeando enciclopedias para investigar, de forma entusiasta, las obras maestras, hechas por algún "mago del arte", desde la antigüedad hasta nuestros días. Y así, la fuerza de los artistas de todos los tiempos, nunca dejó de resaltar y valorar a las mujeres, así como amarlas y admirarlas.
Desde las trágicas heroínas de Grecia a los amantes del Romanticismo, pasando por las damas de la Edad Media y las musas del Renacimiento, las mujeres siempre estaban ahí.
No brillaban quizá por su belleza ni su seducción, destacaban la mayoría de las veces, por la fuerza de su carácter o por trascender el amor que hacían nacer en los hombres.
En los famosos versos de Aragón, dice de las mujeres: "Es el futuro del hombre" y me sorprendía que el poeta no llegara a cantar también, la fuerza de su pasado y su presente, ya que la mujer está siempre en los caminos del hombre.
Madre, esposa, hija, siempre ha representado la relación del hombre con los misterios de hacer que la vida continúe.
Siempre ha estado ahí, incluso como Diosa o Vírgen-Madre, venerada.
Entonces, a través de los años, llegué a entender mejor lo que, probablemente, ocurría desde hace algún tiempo.
No era tanto la mujer, como ser humano, a la que el hombre complacía y llevaba siglos y milenios alabando.
Era más bien, la imagen de un cierto ideal. Una imagen que intentaba expresar una buena parte de lo que faltaba en ellos mismos, su posible conexión con lo sutil, con la dulzura original. De hecho, toda Alma busca siempre la belleza.
El hombre, había dejado en herencia un homenaje intelectual esencialmente, un principio complementario de él, mientras que, estaba desconectado de su realidad cotidiana.
Tomó tiempo comprender el exceso del género masculino para que, ese homenaje, no significara limitarse simplemente a cantar la belleza y un principio sutil.
Es fácil adorar un principio porque se reduce a practicar una especie de juego agradable para el cerebro.
Este juego es la ilusión en la que le gusta perderse a la mente humana cuando todavía es inconsciente.
En cuanto a hacer un homenaje, un verdadero reconocimiento, eso se hace manifestando una actitud de vida más coherente cada día pero ...eso es otra cosa!
Entre una idea y una ley, hay una enorme brecha.
Actualmente es sin duda mucho menos profunda de lo que era.
Es importante hacer una limpieza completa en cada casa, está claro que no podemos permanecer insensibles a la situación general de nuestra humanidad, hay mucho por hacer.
Echando un vistazo atrás puedo decir que, aunque queda trabajo por hacer, hemos limpiado mucho en cada casa las últimas décadas. Colectivamente, cada vez más y más hombres comenzaron a admitir y escuchar el llamado de las mujeres.
Llevó mucho esfuerzo entender, de forma natural, lo que significa ser hombre-mujer.
La aceptación del aspecto femenino en el hombre es quizá, el gran descubrimiento que finalmente conducirá al respeto que implica la idea de honor.
Tomar consciencia de la existencia del principio femenino en sí mismos, sea probablemente, un gran paso para salir del laberinto de antagonismos en el que vagamos desde hace tiempo.
Esto se aplica naturalmente a ambos sexos pero, me parece importante agradecer la aparición de la consciencia femenina en los hombres y no la de los hombres en las mujeres, porque muchos milenios de patriarcado han demostrado suficientemente las aberraciones de éstos últimos.
Doy la bienvenida personalmente a la nueva sensibilidad en un número creciente de hombres que permiten mostrarlo en sus vidas.
Creo que, es la forma más bella que puede encontrar un hombre para honrar a las mujeres.
A todos los niveles, el principio femenino se muestra siempre desde el inicio hasta el nacimiento.
La actual apertura de consciencia que estamos haciendo nos lo recuerda.
Si os ayuda a reflexionar esta afirmación de San Francisco, en el Evangelio de María Magdalena: "...¿Por qué razón sino, el nacimiento, viene dado por las mujeres?
Ahora también, puede que un día se nos ocurra hablar de la Sagrada Masculinidad porque, ellos también están sufriendo...
Daniel Meurois.
Traducción: Semillas Solares.
Hombres y mujeres no somos dos géneros opuestos.
ResponderEliminarFemenino y Masculino es indivisible. Cuando al mirar al otro nos reconozcamos a nosotros mismos, comprenderemos que el pasado ilusorio de separación, va quedando atrás, y que el recorrido hacia el eterno presente se convierte en una experiencia vital, hermosa...Así lo he comprendido.
Siiii, asi lo siento y en eso estamos, cada uno a su ritmo pero, todos vamos en esa única dirección.
ResponderEliminarGracias y abrazos.