¿Y SI EL AMOR DE TU VIDA VUELVE SÓLO POR UN MINUTO?

Marina Abramovic, como casi todos, también tuvo una pareja que fue "el amor de su vida".
Es artista y con su pareja, se dedicaban ha hacer exposiciones por el mundo hasta que, en 1988, sintieron que ya no tenían nada para entregarse, como pareja tenían que terminar, había llegado el final.
Fue así como llevaron a cabo su última obra titulada "Los amantes".
Estaban de viaje por China, fueron a La Gran Muralla, cada uno caminó 2.500 kilómetros desde las entradas opuestas, se encontraron en mitad del camino, se abrazaron y se dijeron adiós. 
Nunca más volvieron a verse.
Pasaron 23 años desde aquel momento, Marina se encontraba en el Museo de Arte Moderno de NY . Ella se sentaba en una silla y todos aquellos que lo desearan, se sentaban frente a ella, se miraban a los ojos y captaba su esencia, se centraba en las percepciones, era una comunicación visual, ofrecía un auténtico minuto de conexión de corazón a corazón, en ese minuto solo existía ella y el otro ser, nada más.
Toda su obra está dedicada a explorar las relaciones humanas.
Lo que no podía imaginar es que ese día, 23 años después, tendría la oportunidad de explorar su interior, de medir su mundo emocional, de comprobar que todavía dentro de ella existía algo que necesitaba soltar. 
Al abrir los ojos, se desmoronó, liberó emociones.
Ahí, delante de ella, mirándola a los ojos, estaba el "amor de su vida" pero, no podía hablarle y sólo tenía un minuto para estar otra vez con él.
Él le sonrió, se levantó y se marchó.
No han vuelto a verse.
Ella dice que ese minuto, fue el más emocionante de toda su vida. Que agradece estar aquí, sólo por haber podido experimentar ese minuto en su vida.
Semillas Solares.