LA VIBRACIÓN DE LOS COLORES. FABIEN MAMAN.

Desde un punto de vista energético, todas las energías del universo irradian hacia afuera las diferentes capas de campos energéticos y niveles de consciencia, del cielo a la tierra. Los científicos llaman a este punto el ‘punto gamma’, y es la fuente de los rayos gamma. Este mismo punto parece ser la fuente de Luz Pura, de la cual nacen los Siete Rayos. Los Siete Rayos, descritos por Djwhal Khul y Alice Bailey, son consciencia pura. El color proviene de la Luz Divina a través de estos Siete Rayos, cada uno de los cuales corresponde a un color del arco iris.

Las energías vibratorias de los Siete Rayos se filtran, se transforman y se suavizan a medida que viajan a través del universo, pasando por diversas galaxias, sistemas solares y grupos de estrellas, siendo las últimas que nos atañen las Pléyades, las cuales retransmiten las energías de los Siete Rayos a nuestro zodíaco, a nuestro sistema solar, con todos sus planetas. En definitiva los planetas, las estrellas y todos los reinos de la tierra (mineral, vegetal, animal, humano, el de los devas y el angelical) son alimentados y reactivados por las energías y la consciencia de estos rayos.

El poder de los Siete Rayos es tan grande que un ser humano es incapaz de integrar su consciencia por contacto directo. Por eso, los arquitectos del universo establecieron sistemas de colores para facilitar la recepción de sus mensajes. Crearon campos sutiles de energía (auras), redes de vibración organizadas en jerarquías de acuerdo a su densidad, desde las más sutiles en el cosmos a las más densas en el cuerpo físico, para que podamos recoger los mensajes del universo.

A medida que los Rayos se densifican y descienden a través de la atmósfera de la Tierra, finalmente llegan a nuestros propios campos energéticos, conocidos como cuerpos sutiles (la esencia de nuestra aura). Los campos áuricos son los que transforman la luz en mensajes vibratorios que los seres humanos somos capaces de comprender y asimilar. Recibimos sus mensajes a través de la gama de colores del arco iris; cada una de nuestras capas sutiles resuena por afinidad con uno de estos siete colores. 

Según Vicky Wall, cada Rayo tiene una energía arquetípica maestra, que nos enseña la consciencia espiritual de cada color. Por ejemplo, la energía maestra del Rayo Verde es el Espíritu de la Evolución; el Rayo Rojo representa el Valor y el Poder; el Rayo Azul, el Amor y la Sabiduría. Los mensajes de los Rayos son recibidos según la afinidad vibratoria con nuestro nivel de consciencia. Nuestras capas sutiles actúan como antenas que reciben todas las energías que hay a nuestro alrededor, registrando algunas e ignorando otras. Ellas almacenan diversos niveles de memoria – consciencia y pasan la información a los chakras.

Los chakras son ruedas de luz que actúan como entradas de energía al cuerpo físico. Convierten la luz del color en mensajes de energía que el cuerpo físico puede recibir. Su contenido energético es finalmente transmitido a las estructuras orgánicas del cuerpo por medio de las glándulas endocrinas y el sistema nervioso, los meridianos o Nadis, los órganos, y por último al nivel de la memoria celular y del ADN.

Terres Unsoeld y Fabien Maman.
Traducción: Semillas Solares.