El artista alemán Edgar Müller no sólo consigue que "tengamos los pies en el aire" sino que del asfalto, broten árboles o criaturas mitológicas, lava ardiente o corrientes de agua que surgen en medio de la calle.
Sus herramientas: paciencia, pintura y mucho arte.
Desde muy temprana edad, Edgar tomó las calles de su ciudad como lienzo dejando en ellas obras de pintores famosos que reproducía con una fidelidad increíble.
A los 16 años, su talento lo llevó a concursar a nivel internacional, lo que hizo que sus reproducciones pictóricas sorprendieran a jurados de distintos certámenes.
Después de ganar varios concursos de arte urbano, decidió experimentar con creaciones propias, en las que despierta la curiosidad del público.
Edgar transforma el suelo de las calles en una enorme rendija de la que parece emerger otros mundos.
El proceso de creación para cada obra, dura aproximadamente una semana y utiliza más de 50 tipos de pinturas acrílicas. Conocida como anaformismo, la técnica consiste en crear pinturas realistas que ofrecen otra perspectiva.
Su filosofía parte de que la realidad, es un mundo de ilusión y espejismos.
Semillas Solares
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