"Vuestros hijos, no son vuestros. Son los hijos y las hijas del anhelo de la Vida por perpetuarse.
Llegan a través de vosotros, pero no son realmente vuestros. Y aunque están con vosotros, no os pertenecen.
Podréis darles vuestro amor, pero no vuestros pensamientos, porque tienen los suyos propios.
Podréis albergar sus cuerpos, pero no sus Almas, porque sus Almas moran en la casa del mañana, que no podéis visitar, ni siquiera en sueños.
Podréis, como mucho, pareceros a ellos o ellos a vosotros, pero no tratéis de hacerlos semejantes a vosotros.
Porque la vida no retrocede, ni se estanca en el ayer. La vida siempre avanza.
Sois los arcos para que vuestros hijos, flechas vivientes, se lancen al espacio y a la vida.
El arquero ve la diana en lo infinito y Él es quien os dirige, con su poder, para que sus flechas partan veloces a la lejanía.
Que la consciencia en manos del arquero sea vuestra alegría, porque aquel que ama a la flecha que vuela, también ama al arco que la dirige."
Kalil Gibrán. El Profeta.
Que los hijos no son nuestros ya lo sabemos, el problema es que se nos olvida o es dificil ser padres amorosos a tiempo completo. Gracias por recordarnoslo, en tu blog siempre hay temas que me hacen pensar y descubrir otra forma de vivir. Sigue asi Fernando
ResponderEliminarGracias por tu comentario Fernando.
ResponderEliminarEs verdad que no siempre es fácil encontrar el punto medio con los hijos, también para nosotros es un aprendizaje que, muchas veces hacemos sobre la marcha, a medida que se presentan las situaciones tan variadas entre unos hijos y otros.
Abrazos