1. Come más verduras a diario.
Las verduras proporcionan nutrientes esenciales para
mantenerte saludable, prevenir enfermedades, incrementar la energía o
mejorar la circulación, entre otras cosas.
Consume verduras verdes para
tener buenas dosis de vitaminas A, C, E, K, ácido fólico, hierro, calcio,
clorofila, fibra y antioxidantes.
Escoge col, brócoli, espárragos verdes, judías, rúcula, endivias,
berro, perejil, lechuga, escarola, achicoria, apio, puerro, calabacín, borraja,
alcachofas, hojas de zanahoria o brotes de mostaza.
Que sean verduras de estación y ecológicas.
2. Incorpora carbohidratos
complejos de absorción lenta a diario.
Come cereales integrales -arroz integral, arroz negro, quínoa, mijo o trigo
sarraceno -, cualquier legumbre – judías, garbanzos, lentejas o azukis - y
verduras redondas y de raíz - calabaza, zanahoria, remolacha,
boniatos, nabos, chirivía, etc.
El carbohidrato de absorción más rápido, que sea de la fruta natural o
seca.
3. Toma sólo grasa
saludable.
Encuentras grasas buenas en aceites vegetales - oliva, sésamo, linaza
y coco -, en los frutos secos - nueces, almendras, avellanas, anacardos y
piñones - y en las semillas - chía, cáñamo, girasol, calabaza, sésamo y
lino.
Elimina las grasas saturadas o hidrogenadas que encuentras en las
patatas chips, las magdalenas, los dulces o los crackers.
4. Evita el consumo de
alimentos procesados (comida rápida y/o envasada).
Consumiendo este tipo de alimentos ingieres calorías vacías
porque están llenos de azúcar y grasas hidrogenadas pero, la energía
rápida que te dan es falsa y el bajón es fulminante, son pobres en
nutrientes y son muy inflamatorios, y a la larga pueden provocar
enfermedades como el cáncer.
5. Bebe más agua.
Cambia los refrescos por agua, agua con limón, tés o infusiones. Si
necesitas endulzar alguna de las bebidas hazlo con flores de regaliz o con
estevia, aunque es mejor disfrutardel sabor natural. Intenta tomar ente 6 y 8
vasos de agua diarios para evitar la deshidratación.
6. Mueve tu cuerpo.
Puedes subir las escaleras, andar 30 minutos 3 veces a la semana, hacer
clases de baile, ir en bicicleta, etc.
Encuentra algo que sea fácil de integrar en tu día a día y que te guste.
Es innecesario machacar tu cuerpo con ejercicio intenso y llevarlo a la
extenuación.
7. Planifica tus menús
simples y fáciles.
Tu comida básica saludable tiene pocos ingredientes: verduras, un
cereal integral y una proteína – mejor vegetal (legumbre, tofu, tempeh, seitán,
frutos secos o semillas).
Si tienes poco tiempo para cocinar utiliza legumbres ecológicas
envasadas en vidrio. Si consumes carne, que sea ecológica, y si es pescado,
mejor que sea de tamaño grande,
que tiene menos metales pesados.
8. Conecta.
Cuando empieces a hacerlo podrás determinar qué necesita tu cuerpo en cada
momento.
Aprende a descansar cuando te sientas sin energía, incrementa tu actividad
física cuando quieras liberarte del estrés del día o para de comer cuando
estés lleno.
9. Cuida de ti.
Medita, sal con tus amigos, haz yoga, que te den un masaje terapéutico, escucha música,
canta, baila, etc.
Lo importante es hacer cosas que te reconforten, que te inspiren y que
te hagan sentir saludable.
Esto es también una forma de alimentarte, de estar llena de vida.
10. “Que el alimento sea tu
mejor medicina y que tu mejor medicina sea tu alimento”.
Infórmate sobre remedios naturales, como por ejemplo: previene los
resfriados con echinacea, toma ajo para reforzar tu sistema inmune,
consume cúrcuma de forma regular como antiinflamatorio, usa aceite de coco
para matar las bacterias y los hongos como la cándida, etc.
Debes tomar parte importante en tu salud.
Nuria Roura.
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