En el café The Real Junk Food Project, al este de Yorkshire, Inglaterra, el menú varía todos los días.
Este restaurante se abastece de los alimentos que desechan diariamente los supermercados, granjas, hogares y cadenas de restaurantes.
Adam Smith, impresionado por la cantidad de comida en buen estado que termina en la basura, decidió en febrero de 2013 reciclarla y regalarla. Un estudio publicado en noviembre de 2013 explica que las autoridades recogieron 4.670 millones de toneladas de alimentos desechados por los supermercados ingleses en 2012.
En el interior del restaurante trabajan 30 voluntarios, en su mayoría jóvenes universitarios, trabajan por turnos, y atienden a una media de entre 100 y 150 personas a la semana. El visitante no está obligado a pagar por lo que come.
Según datos del año pasado “un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano, se pierden o desperdician, alrededor de 1.300 millones de toneladas".
Esto significa un coste de unos 750.000 millones de dólares anuales. Si reducimos las pérdidas y el desperdicio de alimentos a cero, podríamos alimentar a 2.000 millones de personas más”.
En toda Europa se tiran a la basura 89 millones de toneladas. El informe pone a la cabeza a Alemania (10,3 Tm), Holanda (9,4 Tm), Francia (9 Tm), Polonia (8,9 Tm) e Italia (8,8 Tm). España es el sexto país de la EU que más despilfarra, con 7,7 millones de toneladas de alimentos aptos para su consumo.
Tristram Stuart, que ganó el Premio Internacional de Medio Ambiente y lucha contra el despilfarro de productos frescos, califica a The Real Junk Food Project como uno de los más recientes ejemplos de lo que es posible conseguir cooperando y abriendo consciencias.
En el primer mes, en 18 días, 200 voluntarios recogieron 48 toneladas de comida que iba a ser desechada, entre vegetales y frutas. Una cifra que asombra, son las 11 toneladas de calabazas recolectadas de una sola granja en Southampton el 9 de noviembre de 2013.
Manzanas, peras, ciruelas, fresas, coliflores, coles, lechugas o calabazas son los productos que más desechan los granjeros, ya sea porque no alcanzan los altos estándares comerciales o por los índices de sobreproducción.
Su intención es “que todos los negocios alimenticios y organizaciones sean conscientes de los miles de kilos de comida que tiran al vertedero”. "Por cada tonelada de alimentos recibidos, sus cocineros elaboran 400 platos de comida”.
El pais.
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