29 de agosto de 2014

INTERNET... ¿TE CONECTA O TE AÍSLA?





Comprar, comentar, leer, buscar pareja y hacer una transferencia bancaria son algunas de las tantas cosas que se pueden hacerse por internet. 

Hace un par de décadas era impensable pero hoy, prácticamente todos hacemos uso de la tecnología online.

Pero ¿ hasta qué punto vivir permanentemente conectados a internet es una necesidad, una adicción o una nueva forma de vida?

Como siempre digo: "Nada es bueno ni malo, todo depende de la intención". 

Llamarme antigua si queréis, pero en ocasiones, echo de menos una de esas largas charlas con amigos,  compartiendo anécdotas, una infusión y galletas caseras.
¿Os acordáis cuando venía el cartero? ¿No os daba un pequeño vuelco el corazón pensando de quién sería la carta, qué diría, para quién sería?

No sé en vuestra casa, pero en la mía, apenas recuerdo el sonido que tiene el  teléfono fijo cuando alguien llamaba,  en cambio hay días que, entre el Whatsapp, los mensajes, el correo electrónico, mensajes de voz y demás, los teléfonos móviles no paran de emitir todo tipo de sonidos y se iluminan como árboles de navidad, es un no parar...
Sigo pensando que si algún día siento que el Blog, las entrevistas o los artículos ya no me divierten o motivan, me agobio o no me deja tiempo para mi y para mi familia, lo dejaría.
Desde que comencé a publicar, me puse un tope de horas al día y no publico los fines de semana, aunque hay alguna excepción, pocas, pero las hay.

En muchas ocasiones actuamos por reflejo, por costumbre, no somos conscientes y casi siempre reaccionamos a los estímulos externos.

Un ejemplo: estaba con una amiga en casa, hablábamos de lo divino y de lo humano, de todo un poco, de pronto suena mi teléfono, sigo hablando con ella como si nada, la cara de mi amiga se va transformando, el teléfono sigue sonando, sonando y sonando y yo sigo hablando y hablando, ella no aguanta más y me dice: ¿Pero no escuchas que está sonando tu teléfono?
Le contesto: ¡Claro que lo escucho, pero ahora estoy hablando contigo! ¡El teléfono puede esperar, yo elijo si quiero atender la llamada o no!
Se puso blanca y como si acabara de alcanzarla un rayo en ese momento, fue consciente de que no tiene obligación de salir corriendo en cuanto suena el teléfono, que en cada momento puede eligir qué hacer. ¡Para ella, fue todo un descubrimiento!

Seguro que ejemplos como este, tenemos muchos al cabo del día.
Nos hemos acostumbrado a reaccionar en lugar de elegir y luego actuar según lo elegido.
Avanzar no significa dejar todo atrás y lanzarnos a lo nuevo.
Lo nuevo no siempre significa mejor calidad de vida.
Avanzar es ser cada día más conscientes de qué queremos en nuestras vidas.
Habrá cosas que será mejor dejar partir pero, no por eso tenemos que lanzarnos a por algo nuevo para llenar el espacio que ha dejado lo antiguo.

Siempre que puedo, priorizo la comunicación cara a cara, mirándonos a los ojos.
Elijo caminar o tomar el tren en vez de conducir. 
Formamos parte de una sociedad y aunque no conozcamos a la gente con la que nos encontramos, estamos interactuando a otros niveles, movemos la energía, podemos dar los buenos días, sonreir y observar. A través de la observación podemos aprender mucho.

No dejo de ponerme en movimiento ya sea caminando, haciendo ejercicio u otra actividad que me permita relacionarme con las personas o el entorno de una forma más física y menos virtual.
Es verdad que la red nos permite hacer muchas cosas en menos tiempo pero no dejemos que sea el único medio para hacerlas, porque seguiremos haciéndolas en soledad.

Si estás con más personas, deja el teléfono en segundo plano, no lo consultes cada 3 minutos, no ocurrirá nada por pasar unas horas sin chatear o atender las llamadas.
Ve al encuentro dispuesto a disfrutar, respeta a las personas que están ahí presentes.
¿Tiene más prioridad un comentario publicado en la red que la persona que está contigo en ese momento? Entonces, no estarás en ninguno de los dos sitios, sigues metido en un espacio-tiempo ilusorio.

Estas son mis prioridades y posiblemente, nada tengan que ver con las tuyas, o sí.
Sólo es una reflexión en voz alta.
La próxima vez que suene tu teléfono ¿Qué vas a hacer?
Semillas Solares.  Así me lo han Dicho.




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