En Egipto, a la entrada del Templo de Sekhmet, escrito con letras de oro, se encuentra este texto:
“Solo te pido que entres a mi casa con respeto.
Para servirte no necesito tu devoción, si no tu sinceridad.
Ni tus creencias, si no tu sed de conocimiento.
Entra con tus vicios, tus miedos y tus odios, desde los más grandes hasta los más pequeños.
Puedo ayudarte a disolverlos.
Puedes mirarme y amarme como hembra, como madre, como hija, como hermana, como amiga, pero nunca me mires como a una autoridad por encima de ti mismo.
Si la devoción a un dios cualquiera es mayor que la que tienes hacia el Dios que hay DENTRO de TI, les ofendes a ambos y ofendes al UNO.”
Sol Ahimsa.
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GENIAL, BREVE Y PROFUNDO!!
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