LA MUERTE INICIÁTICA DEL EGO.

La muerte manifiesta el cambio y la evolución, expresa un cambio de estado. 

Todas las escrituras sagradas hablan de morir antes de morir físicamente.

Por eso antes de atravesar las puertas de la Vida con mayúscula, del misterio insondable, es necesaria la muerte iniciática del ego. 

Lo que fue necesario para crecer no lo es más y debe partir en nombre de horizontes más vastos. 

Esta es la muerte que atestiguan los sabios, nunca la muerte física sino la muerte iniciática, la muerte del pasado. 
Hay que abandonar el viejo hombre. 


Es el rechazo a morir, o mejor dicho, el rechazo del ego a morir lo que nos frena. 

Todo el trabajo interno y espiritual nos conduce a esta situación, aunque sea en diferentes grados.

Si se quiere vivir, primero es necesario morir, morir a la dependencia del ego, al mundo ilusorio, morir a los apegos, morir a la amnesia colectiva. 
Morir a todo lo que NO somos.
Experiencia siempre difícil pero ineludible.
Emilio Fiel.

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