Es imposible saber qué significan las palabras liberación o iluminación hasta
que se experimente por sí mismo.
Es inútil especular sobre qué es la iluminación, de
hecho, hacerlo es un obstáculo importante para el desarrollo personal.
Como principio
para aplicar y avanzar progresivamente, es mucho más saludable reflexionar
sobre lo que NO es verdad, esto tendrá más valor que especular acerca
de lo que SI es verdadero.
Mucha gente piensa que la función de una enseñanza espiritual
es dar respuestas a las preguntas más grandes de la vida, pero en realidad
es todo lo contrario.
La tarea principal de cualquier buena enseñanza espiritual no
es responder a las preguntas, sino invitar a cuestionar las respuestas.
Porque son las suposiciones y creencias las que distorsionan
la percepción a causa de seguir viendo separación y división donde en realidad,
sólo hay unidad e integridad.
En este mismo momento, la realidad y la integridad están a la
vista. De hecho, lo único que hay que ver, oír, oler, gustar, tocar o
sentir, es la realidad, o Dios, como quieras llamarlo.
Integridad absoluta que te rodea donde quiera que vayas.
Así que no hay razón para preocuparte por ello, excepto por
el hecho de que los seres humanos, nos hemos engañado a nosotros mismos desde
hace mucho tiempo, nos perdimos en una maraña de confusión y desorden que
apenas si somos conscientes de esto, de nuestra divinidad interior y de lo
divino que hay alrededor de nosotros.
El Camino de la Liberación es una llamada a la
acción, es algo que haces.
Es un hacer
para deshacer falsas creencias. Si no actúas, no puedes efectuar
ninguna transformación.
El Camino de
la Liberación no es un sistema de creencias; es algo que hay que poner en
práctica.
En este
sentido, es totalmente práctico.
Ser un espectador es fácil, cómodo y seguro, ser un
participante activo en tu propio despertar, no es fácil ni seguro.
El camino a seguir es impredecible, el compromiso es
absoluto, los resultados no están garantizados.
¿De verdad crees que podría ser de otra manera?
Fragmentos de "El Camino de la
Liberación" por
Adyashanti.
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