Su primera escultura reciclada fue una yegua con su potro, en el año 1996.
Desde entonces, ya son 20 los caballos de madera que ha ido construyendo y colocando por diferentes lugares: en el bosque, las praderas, las playas, en las calles.
Puede tardar varios meses en completar las esculturas, todo depende de "la suerte" que tenga a la hora de encontrar un trozo de madera con las formas y dimensiones que necesita.
Las piezas deben ser lo suficientemente fuertes para aguantar el viento, la nieve, la lluvia y en ocasiones, necesita reforzarlas con acero.
Están hechas para que perduren en el tiempo, más allá de nosotros.
¿Cómo se le ocurrió hacer estas esculturas?
"Prácticamente por casualidad. Amo a los caballos y sentía la necesidad de perpetuar mi amor por ellos.
"Paseando por la playa, encontré un trozo de madera que para mi, tenía la forma de la cabeza de un caballo. En ese momento lo tuve claro. Así empezó todo."
Vive en Devon, Inglaterra.
Hace poco, ha comenzado a hacer esculturas de otros animales: renos, ciervos, cerdos y osos.
Examiner.
Traducción: Semillas Solares
Twittear
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Quieres comentar sobre el Blog?