No es difícil imaginar que tejer, es como una práctica de atención plena o una especie de meditación.
Investigaciones en el campo de la neurociencia, demuestran que tejer y otros tipos de manualidades, tienen mucho en común con la atención plena y la meditación, se reconoce que todas tienen un impacto positivo en la salud mental y el bienestar general.
En una encuesta con más de 3.500 personas que suelen tejer, el 80 por ciento de los encuestados, informó que tejer les hacía sentir “muy feliz”. Y muchos dijeron que tejían por los efectos de relajación, alivio del estrés y aumento de la creatividad.
El estudio encontró una relación significativa entre la frecuencia de esta actividad y el estado de ánimo. Quienes tejen más de 3 veces a la semana, son más tranquilos, más felices, menos ansiosos y con más confianza y optimismo.
Curiosamente, el estudio también encontró que las personas que tejen en grupo, eran incluso más felices que los tejedores en solitario.
10 fundamentos de cómo, tejiendo en grupo, mejora el bienestar del cerebro y su funcionamiento:
– Desafío mental y resolución de problemas
– Conexión Social
– Plenitud
– Desarrollo de la coordinación mano-ojo-mente, percepción espacial y destreza motora fina
– Aprender y enseñar
– Centrar la atención y los pensamientos en una sola actividad
– Fomento de la creatividad
– Da sentido de logro
– Enseña paciencia y perseverancia
– Facilita la memoria y la ejercita
– Conexión Social
– Plenitud
– Desarrollo de la coordinación mano-ojo-mente, percepción espacial y destreza motora fina
– Aprender y enseñar
– Centrar la atención y los pensamientos en una sola actividad
– Fomento de la creatividad
– Da sentido de logro
– Enseña paciencia y perseverancia
– Facilita la memoria y la ejercita
“Las habilidades y sentimientos experimentados mientras se teje, son similares a la meditación y la relajación"
Otros han comparado las manualidades en general con entrar en un estado de constante presente, de “flujo”, lo que se describe como “un estado de concentración o absorción completa con la actividad en cuestión y el momento presente".
Incluso Albert Einstein tenía fama de ponerse a tejer entre un proyecto y otro para “calmar su mente y aclarar sus pensamientos.”
Los neurocientíficos están empezando a comprender la forma en que la atención, la meditación y el “fluir” tienen un impacto benéfico en el cerebro. Las investigaciones demuestran, que estas prácticas mejoran la depresión, la ansiedad, la confianza, la calidad de vida, y de manera significativa, reducen el estrés. Todas actitudes vitales para mantener la salud del cerebro y el bienestar general.
Martin Garello.
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