DÍA INTERNACIONAL DEL PLANETA TIERRA.

Seguimos poniendo la mirada en el exterior.
Buscamos vida en otros planetas pero pasamos "de puntillas" por éste sin ser conscientes de las huellas que estamos dejando.

No terminamos de conectar, respetar y honrar este Planeta que nos sostiene, nos acoge y nos cobija. 
Un Ser que también está haciendo su proceso evolutivo y nos acompaña en el nuestro, en el individual y en el colectivo.

Miles de especies evolucionando a la vez, cada una a su ritmo y con sus particularidades.

Es verdad que el vínculo con Gaia se ha reforzado, muchos son los que se han abierto a otra forma de convivir e interactuar pero, aún son necesarios muchos más.
Es importante continuar anclándonos a Ella, a la Tierra, a la Pachamama, a Gaia, pero con dulzura , los pies en la Tierra, la cabeza en el Cielo y el Corazón actuando como un puente que los conecta... tan lejos pero tan cercanos.

PROYECTO ANCLAJE.

Imaginaros la situación.
Habéis decidido hacer un viaje,  habéis elegido entre varios destinos, el más acorde a vuestras necesidades.

Habéis dedicado tiempo y energía a prepararlo todo.

Muchos Seres se han implicado en este viaje.

Buscáis la forma de llegar pero… os comentan que “hay lista de espera”,

muchos son los que desean ir al mismo lugar.

No importa, tenéis tan claro que es ahí a donde queréis ir que, el Universo lo pone todo a favor,

os ofrece un vehículo propio que está a vuestra disposición.

Todo está preparado, os están esperando, ¡Por fin habéis llegado!

Una vez ahí, ¿Qué hacéis?

A algunas personas les ocurre que, al poco tiempo de llegar, quieren  marcharse, por algún motivo que desconozco.

Afortunadamente, ocurre pocas veces.

También hay quienes se quedan en el lugar pero, aún teniendo delante un sinfín de oportunidades, por algún motivo (que también desconozco), ni exploran el lugar ni disfrutan del viaje.  

Es como quien compra “La guía del viajero” y leen todo lo que puede ofrecerles ese lugar, miran las fotos, leen sobre la historia de ese lugar y de la gente que vive ahí, la flora, la fauna…pero no experimentan, no saborean, no tocan, no huelen, no lo disfrutan ni lo Viven. 
Vuelven sin haber descubierto cuánto había para experimentar.

Es cierto que no todos, pueden recordar en que momento han decidido hacer este viaje y cuál es el motivo por el que están aquí.

Tampoco pueden recordar por que escogieron éste y no otro lugar, ni por que era bueno hacerlo en este momento, pero ... ¡Estamos aquí!

DISFRUTA DE ESTA OPORTUNIDAD ¿QUIÉN SABE SI VOLVERÁS AQUÍ?

No hay límites, no hay imposibles y si los hay, es porque tú te los pones, nadie más.

Eres libre, tienes un vehículo a tu disposición que es tu cuerpo. Con él puedes explorar cada rincón de este bello lugar.

Experimenta, prueba, saborea, déjate llevar, déjate sorprender, suelta, ríe, comparte, respeta, honra y agradece.

Cada día son más fuertes las ganas de abrazar a esta hermosa Dama que nos acoge en su casa, nos alimenta, nos ofrece absolutamente todo, es el SER más hospitalario que podamos encontrar.

Si estamos aquí y ahora es porque para nosotros, en este momento, la Tierra es el lugar perfecto para vivir, desarrollarnos, crecer, experimentar, así  lo hemos elegido, que más da si nos acordamos o no.
Basta de querer huir bajo el pretexto de elevarnos, de ser más espirituales, de mirar sólo hacia arriba, de seguir etiquetando que sólo aquello que se encuentra por encima de nuestro séptimo Chakra es luminoso.

¿Acaso nosotros no somos luminosos? ¿La Tierra no es luminosa? ¿La materia no está hecha de Luz?

TODO es Luz, en mayor o menor intensidad.

Podemos seguir posando nuestra mirada en el Cielo, pero con los pies en la Tierra.

¿Qué sentido tiene entonces, haber comenzado un viaje, llegar a nuestro destino y al poco tiempo de llegar, dedicar nuestra energía a cómo será cuando regreses a casa?

¡Siempre volverás a tu casa pero ahora éste es tu Hogar!

No sigamos pasando de puntillas, apoya bien tus pies y que cada paso que des, vaya dejando un rastro luminoso, que cada baldosa que pises se encienda, se ilumine y así, muy pronto, la Tierra será más luminosa cada día.

Ilumina la materia y trae el Cielo a la Tierra.

Agradece su hospitalidad, abrázala, llénala de Luz, imprégnala de risas, de miradas tiernas,

escúchala,  deja de pedirle y pregúntale qué necesita.

Todos hacemos el viaje con un billete de ida y vuelta.

La vuelta a casa está asegurada, pero...

¿Estás seguro que tendrás otra oportunidad de volver aquí?

Semillas Solares. Así me lo han Dicho.

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