Gana casi dos millones de euros como
jugador de béisbol.
Su casa es una camioneta Volkswagen a la que llama Shaggy.
Su casa es una camioneta Volkswagen a la que llama Shaggy.
Daniel Norris, jugador de béisbol de los Toronto Blue
Jays vive en una caravana en el parking de unos grandes almacenes y percibe solo 736 euros al mes, a pesar de que gana cerca de dos millones de euros al
año. ¿Por qué?
Nació en una familia de clase media.
Su infancia la pasó jugando en la calle y haciendo senderismo con sus dos hermanas mayores. Y también, bastante deporte sobre todo, destacó en béisbol.
Su infancia la pasó jugando en la calle y haciendo senderismo con sus dos hermanas mayores. Y también, bastante deporte sobre todo, destacó en béisbol.
De ahí que en 2011 firmara su primer contrato como
profesional a razón de casi dos millones de euros por temporada.
Aquel día, lo celebró comprándose una camiseta de 12 euros.
Pero antes de llegar a ser multimillonario, ese mismo año, compró también su casa: una caravana Volskwagen 1978.
Es su mejor compañera, la que le lleva a los entrenamientos y le
permite escaparse a hacer senderismo o acercarse a la playa para surfear, su
otra pasión.
En su camioneta recita poemas, canta canciones, hace café francés por la noche, lee y escribe lo que llama 'el diario de pensamientos', donde anota sus reflexiones antes de ir a dormir.
Por ejemplo: "¿Dónde se puede ser tan libre como en medio de la nada?".
En su camioneta recita poemas, canta canciones, hace café francés por la noche, lee y escribe lo que llama 'el diario de pensamientos', donde anota sus reflexiones antes de ir a dormir.
Por ejemplo: "¿Dónde se puede ser tan libre como en medio de la nada?".
Él
sabe bien quién es y cómo quiere vivir.
Es ecologista y multimillonario por casualidad.
¿Y hippie? "Sí, un poco", reconoce.
Es ecologista y multimillonario por casualidad.
¿Y hippie? "Sí, un poco", reconoce.
Lo
único malo que ha hecho en su vida es echarse una novia que no compartía sus
ideales.
A
la chica le gustaba tener una habitación grande y un salón donde ver la
televisión. Y eso a él...
No le importa que lo llamen 'surfista indigente',
'vagabundo espiritual' o 'adolescente sin control'
"Puede ser poco convencional, pero me siento bien con mi estilo de
vida. En realidad, estoy más cómodo así y soy más feliz".
A sus 21 años, lo tiene claro: le da igual
la fama. Y también el dinero.
No necesita más.
"Esta es la historia de quien hace lo que cree que debe hacer". Y se acabó.
No necesita más.
"Esta es la historia de quien hace lo que cree que debe hacer". Y se acabó.
Fragmentos de David Palomo.
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