Puede tener diez mil formas, pero es una única energía que se manifiesta según sus necesidades.
Cada filosofía o religión, le ha dado un nombre diferente y esto, a veces, nos lleva a la separación.
Todo es cíclico y el principio de esta única energía, es estar en continuo movimiento.
Mientras estamos bajo cierto estado de adormilamiento, seguimos creyendo en los efectos de la ilusión de que todo está separado.
El hecho de ser, de existir, requiere de un gran esfuerzo.
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