Están aquí para aportar algo a los humanos y para vivir cierta experiencia de unión con nosotros.
La razón por la cual es tan fácil amar a los animales es que, de forma natural están alineados con ellos mismos, excepto en el caso de animales que han sido muy influenciados y controlados por los seres humanos, maltratados o viven con miedo y se alinean con la voluntad de "su amo", olvidándose de si mismos.
Lo que vulgarmente llamamos "instinto" es el hecho de estar alineados con ellos mismos.
Es estar alineados con lo que realmente son, con lo que quieren y no quieren en cada momento.
Estar alineados con las emociones, tener suficiente amor hacia ellos mismos y no tener la necesidad de buscar el reconocimiento o el amor fuera, como es el caso de los seres humanos.
El ser humano, incapaz de escuchar sus emociones, de ser él mismo, de amarse (porque le han hecho creer que amarse, es de egoístas) y por eso, en su vida encuentra dificultades para amar a otros y culpa a los demás en vez de preguntarse de dónde viene su incapacidad de amar.
¿Por qué los animales son capaces de amar incondicionalmente?
El amor incondicional es el amor que da sin esperar nada a cambio, que no siente la necesidad de hacer, de decir o de ser algo diferente de lo que es en el momento presente.
Un animal nunca diría: "Me gustaría que "mi amo" fuera más joven, más rico, vivir en otro país, fuera menos..."
Siempre dan más amor del que reciben, en comparación.
Los animales siempre están en perfecto acuerdo con lo que es.
Algunos dicen que esta es la prueba de que no son inteligentes pero, las mayores enseñanzas espirituales abogan hacia lo mismo: El mayor avance espiritual es la capacidad de aceptación y vivir en el presente.
Entonces, ¿Quién está más alineado y es más espiritual?
Los animales. Ellos no se preocupan por el futuro, confían en sus capacidades, incluso en condiciones peores a las de los humanos y están alineados en el presente.
En cambio el ser humano, nunca está en el presente, viven en estado de carencia, estrés, miedo, ira, frustración y a menudo, dañan a los otros.
¿Cuáles son más avanzados? ¿De quién hay que aprender?
Un animal no se mirará al espejo y dirá: "Que feo soy, que nariz tengo, el color de mi pelo no me gusta".
Un animal no se compara con otros de su especie ni con otras especies.
Un gato no se pregunta porqué tiene que lavarse si los perros no lo hacen, ni se pasa horas preguntándose si la vida es injusta.
Los humanos nos pasamos la vida comparándonos unos a otros, con el vecino, con otras razas, otros países, destruyéndonos por dentro pensando en aquello que creemos justo o injusto, basado en criterios erróneos porque no llegamos a ver el "Gran Plan" que hay detrás de todas las cosas.
Ellos simplemente viven su vida tal como es y son la mejor versión de sí mismos.
Los animales han decidido encarnarse para acompañar y ayudar a los seres humanos, para enseñarnos el amor hacia uno mismo y hacia los demás, el amor incondicional, el dejar ir, el confiar en la vida y en nuestras propias capacidades.
Los animales no se preguntan: ¿Qué pasa si un día no me quieren o si quieren a otro animal?
Simplemente disfrutan de las caricias, del amor entregado, lo reciben con felicidad sin la necesidad de que se haga de tal o cual manera.
La mayoría de las uniones entre animales y humanos se han planificado antes de reencarnar.
A veces, ciertos acontecimientos son tan abrumadores que sentimos que "debo hacer esto".
El vínculo es tan fuerte que nos preguntamos: ¿Qué tiene de particular este perro que no tenga otro?
Encontramos al compañero animal que necesitamos para experimentar y aprender aquello que es bueno para nosotros.
Debido a su alta vibración, a menudo son capaces de transmutar las emociones negativas para aliviarnos, incluso pueden llegar a salvarnos de enfermedades.
Transmutan nuestro dolor y nos llenan de energía positiva.
En el caso de los gatos, ellos envían una vibración muy alta, igual que los delfines, ballenas y elefantes, especialmente cuando ronronean.
Los perros en cambio, son maestros en el arte de dar sin esperar nada a cambio y en mostrarnos la alegría.
Cada animal tiene sus características y son una fuente de aprendizaje para los seres humanos.
Constantemente envían su alta vibración para contrarrestar la negatividad de los seres humanos sobre esta Tierra.
"Cada Alma que se eleva, eleva al mundo" y esto es lo que hacen los animales cada día, ayudarnos a elevar nuestra vibración que a su vez, se sumará a la fuerza positiva de este planeta.
Traducción: Semillas Solares
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