1. El despertar es un largo viaje de muchos años o toda una vida.
El despertar consiste en darte cuenta que lo que eres, es lo que siempre has sido. Que tú no eres la imagen que tienes acerca de ti mismo, ni tus pensamientos o tu cuerpo.
Una analogía sería: ¿Qué distancia necesitaría recorrer el océano para encontrar agua? La respuesta es: ninguna. Éste necesitaría reconocer lo que ya es.
Somos lo que en el silencio observa y es CONSCIENTE de todo lo que experimentamos. Esto incluye los pensamientos, sentimientos, emociones, imágenes y percepciones que surgen dentro nuestro y en el mundo exterior.
Podríamos decir que no estamos en el mundo, sino que ¡el mundo está en nosotros!. ¿Cómo sabes que tienes un cuerpo?. Lo sabes porque eres consciente de él. ¿Cómo sabes que tienes pensamientos? Lo sabes porque eres consciente de ellos.
2. Estaré despierto en cuanto aprenda a detener mis pensamientos.
La realidad es que no necesitas que tus pensamientos se detengan para despertar, sólo tienes que dejar de identificarte con ellos. La clave está en observarlos, observarlos silenciosamente, sin juzgarlos. Observa el espacio que hay entre tú y el pensamiento que surge y date cuenta que tú estás presente antes que el pensamiento, durante el pensamiento, y después del pensamiento, entonces, el pensamiento no puede ser tú. De hecho, ¿acaso no estás absolutamente presente incluso cuando ningún pensamiento está surgiendo?
3. El despertar significa que me liberaré del ego.
El ego es otra herramienta más.
Lo importante es comprender que no somos nuestro ego. A través de observarlo cuando se pone en acción, podemos ir ganando más espacio entre nosotros y él. Cuanto más espacio, menos atracción generará sobre nosotros. El ego se asemeja a un niño que siempre está quejándose y lloriqueando porque quiere lo que quiere cuando quiere. El mantra del ego es: “Yo, yo, yo!”
Al no tomar a nuestro ego tan en serio, nos empezamos a relajar. De nuevo, no necesitas deshacerte del ego, ver con claridad que no es lo que tú eres, es suficiente.
4. Una vez que despierte, mi vida estará libre de problemas.
Cuando despiertas, no es que sólo las cosas ‘positivas’ vendrán a tu vida, es que has dejado de etiquetarlas como positivas y negativas, porque todo es vivido como la Vida que está desplegándose ante ti. Te das cuenta que no estás separado de la Vida. Se aprende a confiar plena y completamente en la Vida, a ‘fluir’ y a disfrutar del viaje. Una montaña rusa tiene ALTOS y BAJOS. ¡No puedes tener una sólo con ALTOS!
Recuerda, todo el mundo es un buen capitán cuando la mar está en calma… así que mejor no huyamos de las tormentas… Como dice el refrán, ‘los barcos no fueron diseñados para permanecer en el puerto’.
5. Sabré que he despertado porque me sentiré dichoso todos los días.
Aunque la dicha o la felicidad suprema es una experiencia maravillosa, como toda experiencia, es algo que viene y va. La idea de que estar iluminado significa ser dichoso todo el tiempo, no es verdad. Despertar significa ser plenamente auténtico con el momento presente, APAREZCA LO QUE APAREZCA.
Ya que el ser iluminado no se encuentra viviendo en el pasado ni en el futuro, tiene la capacidad de acoger incondicionalmente cualquier pensamiento, sentimiento, sensación o emoción que esté surgiendo en el momento presente. Lo que descubrimos es que nosotros somos ese ESPACIO donde todo ocurre, independientemente de lo que esté ocurriendo.
Michael Jeffreys.
Twittear
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Quieres comentar sobre el Blog?