Siempre soñó con tener un refugio de animales para ayudar a los que encontraba en la calle cerca de su casa, pero nunca pensó que ese sueño se volvería realidad tan pronto.
Ken ayudaba a los perros y gatos callejeros que encontraba cerca de su casa, en Filipinas.
Pasaba mucho tiempo con ellos y les llevaba comida, pero ansiaba algún día conseguir el dinero para abrir un refugio de animales.
Luego, las fotografías de Ken junto a tres perros a los que ayudó circularon por internet y personas de todas partes del mundo, comenzaron a donar dinero.
“Recibimos suficiente para sacar a los perros de la calle, para alimentarlos con comida de calidad y proveerlos de cuidado veterinario”, escribió en su sitio web.
“Ken y su padre también pudieron construir un refugio temporal para los tres perros, llamados Blackie, Brownie y White Puppy, en su garaje. Ken lo nombró “El Club de los Animales Felices“.
“Los perros ganaron peso, sus heridas se sanaron y su pelaje comenzó a crecer nuevamente“.
“También aprendieron a no temerle a los humanos”.
Ken planea dar a los perros en adopción y, como cuenta en su sitio web.
La meta del "Club de Animales Felices" es rescatar a los animales de las perreras”, escribe en su web y explica que a la mayoría de los perros en las perreras se les aplica la eutanasia porque solo el 20% – 30% de sus dueños los reclama.
Con el dinero de las donaciones Ken compró también unas cabañas de bamboo para que los animales puedan refugiarse en los días de lluvia y firmó un contrato con el dueño de unas tierras donde podrá continuar con su refugio de animales sin fines de lucro.
Upsocl
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Niños y Animales; su inocencia y Amor incondicional son realmente sanadores.
ResponderEliminarEs admirable su labor, es tan difícil luchar contra personas que piensan que solo son animales regalalos, ellos te dan su amor y confianza, sobre todo cuando es tu familia contra quien tienes que lidiar todos los días.
ResponderEliminarTodo es más fácil cuando comprendemos que la distancia que hemos de recorrer, no es para
Eliminaralejarnos de quienes nos rodean, sino para acercarnos a nosotros mismos.