Ahimsa se refiere tanto a la violencia física como a la violencia de pensamientos y palabras. Podemos sufrir esta violencia verbal y mental por parte de otros y también por nosotros mismos.
Os pongo varios ejemplos de pensamientos negativos: exagerar la importancia de los hechos, sacar conclusiones precipitadas, culpabilizarse, suponer lo que piensan los demás o infravalorar sus capacidades y las nuestras.
Los pensamientos negativos son tan poderosos y dañinos como la violencia física. Ahimsa o No violencia, se refiere a no infligir dolor o daño bien sea por pensamientos o acciones a todos y cada uno de los seres vivientes. Es una actitud ante nuestro existir y en nuestra vida cotidiana.
La No violencia es un ejercicio ACTIVO, una conciencia clara de nuestro derecho a ser felices y hacer felices a quienes nos rodean; en suma, es desarrollar una actitud en la que, a través de la compasión, tenemos la oportunidad de beneficiar a otros antes de cuidar únicamente nuestros estrechos intereses personales.
El reconocimiento de que todos los seres humanos deseamos ser felices y evitar el sufrimiento es un recordatorio constante que nos sirve como antídoto contra el egoísmo y la parcialidad.
¿Cómo se integra el concepto Ahimsa en la vida?
- Siendo gentil y amoroso contigo mismo, no querer hacer más de lo que te permita el cuerpo. Muchas veces solemos forzar el cuerpo y no lo escuchamos.
- Vigila lo que piensas sobre ti. Cuando sientas que estás entrando en un bucle de pensamientos negativos, para y date cuenta de lo que estás haciendo. Intenta darle la vuelta y convertir lo que estás pensando en algo positivo. Por ejemplo: "no voy a poder conseguirlo" se convertiría en "voy a intentarlo y saldrá bien".
- Vigila lo que piensas sobre los demás. De la misma manera que somos exigentes con nosotros mismos, solemos serlo con la gente que nos rodea.
- Detecta donde te estás forzando demasiado. Una cosa es lo que nos gustaría ser capaces de hacer y otra, lo que realmente podemos hacer en cada momento. No hagas las cosas con prisa ni comparándote con los demás, sino con conciencia, paciencia y respeto.
- Saca lo mejor de ti en las situaciones difíciles y felicítate por ese logro. No te juzgues, valora tus cualidades y aprecia lo que aportas a los demás.
Xuan-Lan
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