Ese patrón al que nos acostumbraron desde niños que pasa por seguir las pautas 'colegio-universidad-empleado-jubilación' ya no funciona en una sociedad nueva que pide cambiar el paradigma, que no siga los dictámenes establecidos, que sea más proactiva y que tenga ganas de identificar y explotar su talento.
1. ¿Por dónde empiezo? ¡Por eliminar la tensión, el estrés y la sensación de necesidad!
Esas frases que empiezan con un "tengo qué..." forman parte de los "ruidos mentales" que hacen que no podamos conocer qué es lo que quiere de verdad tu corazón, tu alma, que es el lugar en el que reside el talento.
2. Escúchate, pero de verdad.
Para eliminar ese "ruido mental" del que hablamos te resultará útil, buscar un lugar tranquilo, salir a la naturaleza y escuchar el silencio. También puedes hacerlo en casa, no es necesario que vayas a ningún sitio en especial, pero sí es cierto que la naturaleza ayuda a conectar con uno mismo.
3. Hazte esta pregunta: "¿Qué quiero?"
3. Hazte esta pregunta: "¿Qué quiero?"
Al buscar una respuesta surgirán sensaciones y recuerdos que tienen mucho que ver con aquello que nos gustaba hacer cuando éramos pequeños: cantar, bailar, hablar en público, escribir, practicar algún deporte en especial.
"El hecho de que de niños nos gustase bailar no quiere decir que tengamos que ser bailarines profesionales cuando seamos adultos pero, los sentimientos que nos despierta esa actividad sí que importan y sí que tienen mucho que ver con lo que nos hace felices. Esa actividad es una metáfora de lo que en realidad necesitas sentir en tu trabajo.. ¿libertad? ¿expresión? ¿creatividad?...", argumenta.
4. Atrévete a unir sensaciones y corazón.
4. Atrévete a unir sensaciones y corazón.
Una vez que has encontrado lo que te hacía feliz cuando eras pequeño, conéctalo con lo que el corazón te pide ahora. Pregúntate: ¿Cónquién me gusta estar, quién me aporta y a quién me gustaría dar lo mejor de mí? Niños, mayores, gente del ámbito cultural, músicos, pintores...
5. Identifica tus miedos... al fracaso, al ridículo, al "qué dirán", a no ser lo suficientemente bueno...
5. Identifica tus miedos... al fracaso, al ridículo, al "qué dirán", a no ser lo suficientemente bueno...
"La clave está en preguntarse 'Si no tuviera miedo, ¿qué haría?'. Si la respuesta está clara, lo que hay que hacer es trabajar con esos miedos", detrás de cada "no sé" hay un tesoro, que no es tan difícil de encontrar. A lo largo de la vida se hacen muchas cosas de forma inconsciente, por fidelidad hacia nuestros padres, por lo que creemos que esperan de nosotros, por el entorno... pero de adultos debemos tener claro que tenemos los recursos suficientes para tomar decisiones propias y pasar a la acción.
6. Relativiza tus miedos.
6. Relativiza tus miedos.
Existen numerosas dinámicas para resolver los bloqueos. Una de ellas consiste en practicar el siguiente ejercicio:
1. Describe y define a qué tienes miedo.
2. A esa respuesta pregúntate: Si eso sucede, ¿qué es lo peor que puede pasar?
3. A la respuesta a esa pregunta, vuélvele a preguntar: Y si eso sucede, ¿qué es lo peor que puede pasar?
Y así, sucesivamente hasta que puedas darte cuenta de que, aquello a lo que tienes miedo, no es real y quizá nunca llegue a ocurrir.
7. No confundas ser el número 1 con encontrar tu talento.
7. No confundas ser el número 1 con encontrar tu talento.
La definición de éxito podría ser trabajar en lo que te gusta y vivir de ello. "Si nuestra referencia es ser el número 1 en algo, ya tenemos la mejor excusa para no mover un dedo". Quien está convencido de que, si haces algo que te gusta, es imposible que lo hagas mal.
8. El último responsable de bloquear tu idea o tu talento eres tú.
8. El último responsable de bloquear tu idea o tu talento eres tú.
Opinen lo que opinen, los únicos responsables de las decisiones que tomamos somos nosotros, es necesario salir de la "zona de confort" y no hacer caso al "ya te lo dije...", "te la vas a pegar..." o el "eso no va contigo". Tú, mejor que nadie, sabes lo que va contigo.
9. Ya sé lo que quiero, ahora en marcha.
9. Ya sé lo que quiero, ahora en marcha.
Es necesario moverse pues sabemos que tenemos que buscar las vías para hacer realidad ese sueño.
A través de las lanzaderas de emprendimiento de distintas asociaciones, de las iniciativas populares que nutren al emprendedor de herramientas y de las ayudas públicas y privadas, podemos definir lo que necesitamos para poner en marcha la idea.
10. ¿Cómo sé si he encontrado mi talento?
10. ¿Cómo sé si he encontrado mi talento?
Sentir bienestar, estar a gusto con uno mismo, tener paz interior, sentir que se crece por dentro y que puedes aportar lo mejor de ti a otras personas... Eso es en definitiva, lo que buscan todas las personas. Y a ello se llega a través de un proceso de maduración y valentía.
Raquel Alcolea.
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