NUESTRA PROPIA CANCIÓN.

Cuando una mujer de alguna tribu de África, sabe que está embarazada, se interna en la selva con otras mujeres de la tribu y juntas meditan, hasta que "aparece", escuchan la canción del futuro niño.
Saben que cada alma tiene su propia vibración que expresa su particularidad, unicidad y propósito en la vida.
Las mujeres entonan la canción y la cantan en voz alta.
Luego retornan a la aldea y la cantan para toda la comunidad.

Cuando nace el niño, todos se reúnen y cantan juntos la canción para el recién nacido.
A cada etapa importante del niño, a cada acontecimiento importante en su vida, cuando deja de ser niño, cuando es adolescente, cuando se inicia como adulto, la tribu entera se reúne y cantan su canción.

Cuando llega el momento de formar una familia, se reúnen y cantan su canción.

Finalmente, cuando el alma va a irse de éste mundo, todos se reúnen, igual que en su nacimiento, para acompañarle en su transición, y cantan su canción.

También hay otras ocasiones en las cuales, la gente del poblado se reúne para cantar su canción.
Si en algún momento, durante su vida, la persona comete un acto social inhumano, se la lleva al centro del poblado y la tribu forma un círculo a su alrededor.
Entonces, le cantan su canción.

Ellos sienten que, la corrección para las conductas antisociales no es el castigo, es el Amor y el recuerdo de su verdadera naturaleza, de su verdadera identidad.
Cuando reconocemos nuestra "propia canción", ya no tenemos deseos ni necesidad de hacer nada que pueda dañarnos ni dañar a otros.

Pedro Alonso.