18 de noviembre de 2013

KUMARÉ, LOS FALSOS GURÚS. EL PLACEBO DE LA ESPIRITUALIDAD.


Este documental pone en evidencia que, a grandes rasgos, no estamos tan despiertos como solemos decir, que seguimos cediendo nuestro poder y nuestras decisiones en otras personas, que continuamos centrando nuestra atención en el exterior y que, si se cruza en nuestro camino alguien un tanto exótico, allá vamos detrás de él.
No escuchamos, no escuchamos nuestro interior así que, mucho menos escucharemos los mensajes externos, seguimos escuchando el "ruido mental".
Este artículo, nos coloca desnudos frente a nuestras debilidades que aún, no nos hemos atrevido a mirar a los ojos.
Es verdad que no todos tenemos el mismo aprendizaje ni las mismas pruebas, no soy partidaria de generalizar pero, si somos más de 7000 millones de seres, las cifras dicen que todavía, nos queda mucho camino por recorrer.
Semillas Solares.


Me llamo Vikram Gandhi y hace seis años, filmé a un grupo de sadhus (ascetas espirituales) en las orillas del Ganges en el norte de India. Un gurú se acercó a mí, me dijo: "¿Usted quiere saber acerca de los gurús?", "Todos estos gurús que usted ve, no son personas espirituales. Todo lo que quieren es dinero. Vivir una auténtica vida espiritual, es muy difícil." 
De vuelta a casa en la ciudad de Nueva York, filmé el mundo llamado "espiritual", o por lo menos, eso a lo que llaman "espiritual" en occidente. Símbolos, olores, palabras, iconos, las religiones de Oriente se convirtieron aquí, en occidente, en una estética fácil para el marketing. 
Me convertí en escéptico de cualquier persona que vende un producto espiritual, alguien que dice ser más santo que los demás, alguien que me dijera que tenía la respuesta.

Como documentalista, la vida de los personajes que he conocido, han dado un giro completo, conocí a los fundadores, inventores, empresarios y gurús de muchas tradiciones. También he cantado mantras (de mala gana y con entusiasmo), he retenido el aliento en clases de respiración, abracé a un santo o mejor dicho, he abrazado a una, recibí bendiciones, hice ayunos, yoga, fui vegetariano, hice peregrinaciones, miré al Sol, etc.  Descubrí que la práctica, no hace a nadie perfecto. Somos todos iguales, con algún defecto, pero capaces de brillar con grandeza.


Siempre quise hacer una película sobre "Nosotros", acerca de nuestra vida "espiritual".  He visto muchas películas sobre "ellos", sobre los gurús, pero... ¿Qué pasa con nosotros? ¿Por qué no volvemos nuestra mirada hacia nosotros mismos? Pensé: si no puedes con ellos, únete a ellos. Por lo tanto, me hice pasar por un gurú sabio de Oriente llamado Kumaré y empecé a grabar lo que ocurría.
El personaje de Kumaré era el centro de un experimento social,  lo que denominé "El Efecto Placebo espiritual." 
¿Puede una falsa religión y un falso líder religioso tener el mismo efecto que uno de verdad? Si los hechos no son reales, ¿Hará que lo que se experimente sea menos real? Algunas personas estaban horrorizadas, ofendidas por la idea. Pero para mí, hacer preguntas, reflexionar, romper iconos e ídolos, derrumbar las falsas ilusiones en las que nuestra sociedad está construida, era algo más fuerte que los comentarios que podría escuchar. 
Esta película es mi intento de llevar a las personas a la reflexión y que abran los ojos. 
No es cuestión de engañar a la gente aunque todos, desde el Himalaya hasta la frontera con México, han creído en el personaje de Kumaré. Sospecho que esto no es porque soy un gran actor, sino porque Kumaré era uno más en quien valía la pena creer, quizás fuera ese Mesías que tanto estaban esperando.  
Ahora entiendo por qué seguimos teniendo líderes espirituales, puedo ser más comprensivo ahora, aunque sigo diciendo lo que siempre decía cuando era Kumaré y que nadie ha querido escuchar: "Ustedes son los auténticos gurús y si ustedes son los auténticos... ¿Por qué siguen a otro?"
Así que el falso gurú se instaló en Phoenix, Arizona. Comenzó a hacerse llamar Kumaré y a ir acompañado de dos ayudantes. Se inventó su propio ritual, sus mantras, se inventó una explicación y los acompañó de algún que otro truco de prestidigitación.  “Mi trabajo era ser feliz todo el tiempo”.
En breve, se hizo una buena reputación y comenzó a ser reconocido. Una psíquica vio que tenía el aura de un gran maestro y otra tuvo experiencias con los antepasados místicos de Kumaré. Más aún, según afirmaba ella, el arcángel Metatrón estaba detrás de sus poderes.
Tras una temporada, se marchó a compartir ideas con otros gurús. Fue sometido a terapias con sonidos, a limpiezas energéticas y se consagró como un iluminado. La gente sentía su energía a través de sus fotos cuando las colocaban en un altar y su sola presencia, era percibida como una bendición procedente de los mundos divinos.
Con el tiempo, eran más y más quienes se acercaban a él y cada vez eran más graves los problemas personales que le contaban, desde relaciones de pareja hasta adicciones. Todos buscando la solución inmediata que les librara de su infelicidad.
Le invitaron a dar clases magistrales en diferentes centros de meditación y retiros espirituales. Todos decían una cosa en común de Kumaré: su constante e interminable felicidad.
Se inventó la “meditación en la luz azul”, la cual daba resultados increíbles, y esto le consagró como “un gurú auténtico y no otro engaño de los tantos que hay ahí fuera”, esto aseguraban una y otra vez los alumnos con larga experiencia en el mundo de la espiritualidad quienes estaban enormemente agradecidos al Universo por haber encontrado por fin el camino definitivo para su evolución espiritual.
Luego desarrolló el “yoga del espejo”, por el que uno proyecta en Kumaré los traumas y problemas propios y les devuelve consejos al respecto, exteriorizando la solución que lleva dentro sí.
Se le recibía con ceremonias en honor al ser superior que él representaba. Estar cerca de él, era una inyección de energía positiva y regeneración interior. Y al abrazarle, tanta sensibilidad a flor de piel, les hacía llorar.
El poder personal, el encuentro con la verdad  y la liberación de los sufrimientos, es lo que sus alumnos experimentaban, se encadenaban a la misma mentira cuyas cadenas creían haber roto. “Lo primero que les enseñaba es que yo, nunca necesité un gurú…. Pero cuanto más decía esta frase, más me convertía en gurú y mayor era el número de quienes me seguían, afirmando con alegría que tenía mucha razón. Era de locos...
Esa era mi enseñanza y la recalca una y otra vez: "Dejad de buscar gurús y enfrentaos a vuestra vida". Era disparatado, cuanto más lo decía, más me seguían.
Tras unos cuantos meses, tuvo un grupo estable de personas que le querían con pasión y que le agradecían de todo corazón la forma en que estaba cambiando sus vidas. Los lazos se habían estrechado más de lo que él podía imaginar y, a partir de aquí, al espectador que continúe con el documental, le puede quedar un sabor bien amargo.
Conforme se acerca el final del documental, la inquietud aumenta con sólo imaginar, cómo va a acabar la historia cuando se sepa la verdad.
De todos los que decían haber aprendido la lección y que es obvio que no se ha de seguir a ningún gurú, ¿quiénes se enfurecieron cuando descubrieron que no era un gurú?, ¿quiénes se pararon a reflexionar sobre su propia actitud de dejarse engañar con tanta facilidad?,¿quiénes profundizaron en el problema de falta de voluntad y decisión que les lleva a tener tanta dependencia y necesidad de algunos pases mágicos que les salven del mundo y de su vida vacía?
Hay un fondo demasiado real para seguir mirando hacia otro lado. Puede que, destruir las falsas ilusiones de un mazazo,  sea el mayor acto espiritual al que tenemos que enfrentarnos ya.
De hecho, es lo que siempre han hecho los maestros espirituales de todas las épocas, y los de ésta también, los auténticos, los que viven ajenos a la fiebre espiritual-consumista. 
No estamos ante una burla cruel de quien pretende humillar a un puñado de personas. Se trata de algo más profundo que se hunde en las raíces de una civilización que parece, definitivamente, perdida en su desesperación y no termina de abrir los ojos.
Mientras se siga buscando fuera, no nos encontraremos.
Fuente: huffingtonpost
Traducción: Semillas Solares

2 comentarios:

  1. Este articulo es como una ducha de agua fria, hace que te despiertes rápidamente. Es verdad, hablamos mucho pero hacemos poco. Leer esto ha sido una gran lección, todavía nos queda mucho más de lo que creemos. Gracias por todo lo que publicas. Alfredo

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  2. Increible, seguimos teniendo dependencia espiritual. Cuándo cortaremos los lazos??? Llevo todo el dia pensando en este articulo. Me encanta tu blog, gracias. Marta

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