Hace dos años fué despedida de su trabajo.
Con 34 años, volvió a vivir con sus padres, no tenía dinero, no sabía qué hacer, hacia dónde ir y aparecieron todos sus miedos: miedo al futuro, a la escasez, a la soledad...
Lilou explica dónde esta la verdadera abundancia de la vida.
Gracias a esa experiencia llegó su despertar.
Ahora disfruta de hacer aquello que le gratifica, vive el momento y dice que ha despertado su intuición, una intuición que es su mejor consejera.
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