8 de junio de 2015

REFLEXIONES Y PENSAMIENTOS. BRUCE LEE.

Ten presente que no busco tu aprobación ni influir sobre ti, me sentiré satisfecho si a partir de ahora comienzas a investigar todo por ti mismo. 

Las circunstancias siempre me han golpeado porque me consideraba un ser humano afectado por el exterior. Ahora sé que tengo el poder sobre mis emociones y mi mente, y soy el creador de mis circunstancias.

Si quieres ver la verdad claramente, nunca te posiciones ni a favor ni en contra. La lucha es la peor enfermedad de la mente.

Recuerda amigo que, la utilidad de la taza reside en su vacío.

El árbol rígido es el que más fácilmente se quiebra, mientras que el bambú o el sauce, son fuertes gracias a su flexibilidad frente a la acción del viento.

La persona semidesarrollada habla para impresionar. Los falsos maestros del Camino de la vida utilizan un lenguaje florido. La cultura a medio camino conduce al ornamento. Un alto nivel de cultura conduce a la simplicidad.

Cuando he escuchado a mis errores, he crecido.

Cuanto más posees, más tienes que perder. 

Poderoso es quien se conquista a sí mismo.

Cada uno debe liberarse a sí mismo, mientras acepta el hecho de que todos somos de este mundo y que en verano sudamos y en invierno tiritamos.

Ser humilde frente a los superiores es una obligación; frente a los iguales es cortesía y frente a todos, ¡Compasión!

No existe otra ayuda que la que nos ofrecemos nosotros mismos.

Ser uno mismo favorece el surgimiento de relaciones verdaderas, y la aceptación del ser conduce al cambio.

Casi todas las personas viven únicamente para su imagen; por esa razón, la mayoría de la gente no cuenta con más que un vacío, porque está sumamente ocupada proyectándose como tal o cual cosa, dedicando su vida a concretar el concepto de lo que debería ser en lugar de desarrollar su potencial como ser humano, en constante crecimiento.

Alcanzar el centro, mantenerse en contacto con la realidad de uno mismo, es el más elevado de los estados que un ser humano puede alcanzar.

La libertad radica en comprenderte a ti mismo a cada momento.

Para liberarte, observa atentamente lo que haces. No condenes ni apruebes; limítate a observar.

No te esfuerces por transformarte, simplemente sé.

Haz un alto en este mismo momento: cuando te detienes, tu mente se apacigua, se clarifica. Sólo entonces consigues VER realmente.

Imponer a los miembros de un grupo una formación fija, desprovista de vida, lo único que consigue es bloquear su crecimiento natural.

Recuerda que el hombre creó el método y no al contrario, y no te esfuerces por encajar en el patrón preconcebido de otra persona, que sin duda alguna, resultará apropiado para ella pero no necesariamente para ti.

Cuanto más consciente eres, más te despojas, día a día, de lo que has aprendido; sólo así consigues que tu mente se mantenga fresca, no contaminada.

La libertad descubre al hombre cuando éste deja de preocuparse por la impresión que está causando.

Cuando un hombre busca tu consejo, generalmente quiere que le alabes.

Es bien sabido que, al final, el individuo llega a creer lo que se repite a sí mismo, independientemente de que la afirmación sea verdadera o falsa. Cada persona es lo que es por el tipo de pensamientos dominantes con los que permite ocupar su mente.

No temas al fracaso, en los grandes intentos, porque hasta las derrotas, resultan gloriosas.

No es siempre necesario alcanzar las metas. A veces simplemente actúan como algo a lo que debemos apuntar, sin más.

Si crees que algo es imposible, lo harás imposible. Lo que piensas habitualmente determina en gran medida lo que llegarás a ser.

Nunca derroches tu energía en pensamientos negativos. Ningún hombre es derrotado a menos que se sienta desanimado.

Comencemos por modificar nuestra actitud, no por alterar las condiciones externas.

El problema radica en la anticipación del sufrimiento. El sufrimiento en sí mismo afecta menos los sentidos que la anticipación del sufrimiento.

Lo importante no es lo que sucede en nuestra vida, sino la forma en que reaccionarios ante ello. 

Sé como el agua, el agua tiene forma y sin embargo no la tiene. Es el elemento más blando de la tierra, pero penetra en la piedra más dura. No tiene forma propia, pero puede adoptar la del objeto que la contiene.

Puede fluir rápida o lentamente, pero su propósito es inexorable, su destino seguro.

No es posible aclarar el agua turbia con las manos, ¿Quien puede aclarar el agua turbia? Sin embargo, si permitimos que no se agite, el agua se aclara por sí sola. ¿Quién puede asegurar un estado de absoluto reposo? Sin embargo, si te mantienes en calma y dejas pasar el tiempo, el reposo llega poco a poco.

La soledad es sólo una oportunidad para descubrirte y encontrarte a ti mismo. En la soledad, te sientes menos solo. Haz buen uso de ella.

Las penas son nuestros educadores, un hombre puede ver más a través de una lágrima que de un telescopio.

Recuerda, amigo mío, que lo que cuenta no es lo que sucede, sino cómo reaccionas ante ello. Tu actitud puede convertirse en un escalón para avanzar, o en un escollo en el camino.

Las técnicas de aprendizaje desprovistas de experimentación interior sólo conducen a la superficialidad.

Los amigos falsos son como las hojas en otoño, las encuentras en todas partes. Deja que la amistad ascienda lentamente hacia la cima; si se da mucha prisa, pronto se quedará sin aire.

Es la voluntad la que hace a un hombre.

Comprender tu miedo marca el comienzo de tu verdadera capacidad de ver.

Es el ego el que se planta rígidamente frente a las cosas que vienen desde fuera, y es esa rigidez del ego la que nos impide aceptar todo aquello que nos toca vivir.

El camino de la verdad no es la convicción, ni el método, sino la percepción. Es un estado de conciencia sin esfuerzo, conciencia flexible, conciencia sin elección.

La conciencia funciona sólo si puede actuar libremente, sin interferencias. 

Si tu ordenador mental ocupa todo tu tiempo, tu energía se centra en el pensamiento, y ya dejas de ver y oír. En lugar de dirigir tu mirada directamente al hecho, te aferras a formas (teorías) y continúas enredándote más y más, cayendo al final en una trampa.

No Lo busques, porque llegará en el momento más inesperado. Déjalo. No busques ni huyas.

Conocer no basta; debemos aplicar. La voluntad no basta; debemos hacer.

Tu eres lo que eres, y la sinceridad contigo mismo ocupa una parte definitiva y esencial en el permanente proceso de convertirte en un ser humano real y no de plástico.

La sucesión del verano y el invierno se convierte en una bendición en el momento en que renunciamos a la fantasía de la primavera eterna.

El condicionamiento obstruye nuestra visión de la realidad. No la vemos tal como es debido a nuestro adoctrinamiento, torcido y distorsionado.

Lo que ES resulta más importante que lo que DEBERÍA SER. La mayoría de las personas observan en función de cómo debería ser.

La vida fluye y, al igual que el agua, se vuelve rancia cuando se estanca.
Fragmentos de Bruce Lee.
Semillas Solares.


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