Dentro del torbellino de la vida, no solemos darnos cuenta de nuestras reacciones a causa de ser prisioneros de nuestros pensamientos y emociones. ¿Cómo evitar quedar atrapados en este juego y cómo salir de él?
Como seres humanos, somos seres con pensamientos y emociones.
Es importante no olvidar que nuestras capacidades intelectuales, mentales y emocionales, son herramientas valiosas.
Sin ellos, nuestra consciencia se estanca, porque es la capacidad de reflexionar y experimentar, la que nos permite movernos gradualmente hacia un espacio interior.
No se trata de rechazarlas ni de dejar que nos abrumen.
La armonía se basa en el equilibrio.
En cuanto a mi, lo vivo como un juego donde nunca nada es tan grave ni tan importante.
Esta actitud hace que nada me condicione fácilmente o que desvíe la atención hacia los barrotes de una prisión ficticia.
No tengo una receta para cultivar la capacidad de tomar distancia de la confusión en relación a la realidad social o emocional.
Sin embargo, lo que me ayudó y todavía me ayuda, es no dar vueltas sobre los eternos patrones que se siguen observando en este mundo.
El hecho de tratar de ser activo, de crear, de servicio, me ayuda a ir disolviendo la personalidad y no poner énfasis en los parásitos mentales o arrebatos emocionales.
La ansiedad y el miedo están muy extendidos hoy en día.
Las formas pensamientos y las emociones que se asocian a ellos, pueden generar una verdadera prisión para las personas que sufren.
¿Cómo evitarlo?
He encontrado que a menudo existe un factor hereditario o educativo en cuanto a la ansiedad y la angustia.
Con frecuencia se vincula a la programación social y familiar.
¿Cómo dejar de serlo?
Hay muchas técnicas de meditación tradicionales cuyo objetivo es ir aumentando gradualmente la serenidad.
Sin embargo, no todo el mundo se siente atraído por este tipo de trabajo personal sobre uno mismo, ni tiene la oportunidad de practicarlas con regularidad.
Ante esta situación, mi respuesta es simple: el camino del servicio puede ser una solución real.
Al comenzar a cuidar de los demás, vamos mejorando el mundo y rápidamente tomamos distancia de nuestros miedos y de todo lo que gira en torno a nosotros.
¿Por qué?
Porque esta actitud nos lleva rápidamente hacia el interior, a un yo más profundo, a bañarnos en el lago de nuestra Alma.
Así, la verdadera naturaleza de las cosas se nos aparecen poco a poco, emerge una serenidad y se disuelven las angustias y ansiedades sin siquiera darnos cuenta.
La solución a muchas de nuestras dificultades están en nuestro don.
Daniel, ¿Cómo encontrar el equilibrio entre los deseos de la personalidad y los del Alma?
Los conceptos de personalidad y Alma son interdependientes.
Un Alma encarnada se desarrolla de acuerdo a su personalidad, al equipaje que trae, estas son sus herramientas.
La mayoría de las veces, sólo nos reconocemos en algunas de ellas. En cuanto a su equipaje, su Karma y su propósito, están lejos de que los percibamos claramente.
De hecho, muchos de nosotros estamos caminando a ciegas, ignorando lo que hemos venido a hacer a esta Tierra.
Ciertamente, no es para meterse en la memoria de cada uno y saber cuál es su camino, los deseos de su personalidad o la dirección en la que va su Alma.
Cuando se trata de dar sentido a las cosas en cuanto a una elección o un camino que tomar, hay dos preguntas que nos podemos hacer: "¿Lo que quiero hacer, será para mejor, será bueno para mi, me hará avanzar?" y "¿Lo que yo quiero hacer allí será bueno para otros?", si la respuesta es si, puede estar seguro de que el deseo de la personalidad encarnada es consistente, sigue el camino que desea el Alma o, al menos no se opone.
El problema en este tipo de cuestionamientos, es la honestidad. Tienes que tener la firme determinación de no mentir ni buscar excusas.
Gran parte de nuestros comportamientos están relacionados con la programación inconsciente y tenemos muy poco control sobre ellos.
¿Cuál es la mejor manera de transformar nuestras acciones, la personalidad y recuperar nuestra libertad de ser?
Yo diría que es tomándonos un tiempo de forma regular, para hacer el silencio dentro de nosotros.
Es fundamental concedernos el derecho de hacer un balance de nuestra vida, nuestras actitudes y reacciones.
La mayoría vive al ritmo que marca la sociedad y esto nos esclaviza, dentro de nuestras cabezas vive un torbellino constante y esto es lo que hace que nos sea difícil detectar dónde se esconde nuestra programación.
La introspección es una forma de disciplina vital y necesaria que estaría bien que fuera introducida en el sistema educativo.
Nadie ve la Luz dentro de sí mismo y es necesario aprender a distinguir lo que es real, lo que se vive o lo que nos imponen de forma inconsciente.
Aprender a no ser una esponja emocional y mentalmente es fundamental.
Lo primero que hay que hacer para ser uno mismo, es tener la humildad de reconocer las capas que nos envuelven.
Dedicarse tiempo no es un lujo, es una necesidad y un derecho que tenemos que poner en práctica y empezar a eliminar cualquier pretexto para no hacerlo.
Un momento antes de dormir, todas las noches por ejemplo, es simple y siempre dispondremos de algunos minutos que nos pertenecen a nosotros.
Fragmento de Tierra de Luz.
Traducción: Semillas Solares.
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