La relación entre mente y emociones se ha investigado a lo largo de la historia, en la mayoría de las escuelas filosóficas.
La atención, la memoria, el pensamiento y la resolución de problemas, se agrupan bajo el título de cognición o sistema mental.
El sistema emocional, abarca una gama más amplia.
La importancia de obtener una comprensión más profunda del sistema emocional se ha convertido en un tema importante ya que, las emociones son la base de la mayor parte de todo lo que experimentamos, influyen en nuestras decisiones, proporcionan motivación a nuestras acciones y son las responsables de nuestra calidad de vida.
La atención, la memoria, el pensamiento y la resolución de problemas, se agrupan bajo el título de cognición o sistema mental.
El sistema emocional, abarca una gama más amplia.
La importancia de obtener una comprensión más profunda del sistema emocional se ha convertido en un tema importante ya que, las emociones son la base de la mayor parte de todo lo que experimentamos, influyen en nuestras decisiones, proporcionan motivación a nuestras acciones y son las responsables de nuestra calidad de vida.
Las emociones también influyen en la memoria y el aprendizaje.
Esta es la razón por la cual toda información aprendida bajo un estado emocional en particular, puede recuperarse más fácilmente si el individuo vuelve a un estado emocional similar al que prevaleció durante el aprendizaje inicial.
Esta es la razón por la cual toda información aprendida bajo un estado emocional en particular, puede recuperarse más fácilmente si el individuo vuelve a un estado emocional similar al que prevaleció durante el aprendizaje inicial.
En los últimos años, el concepto de “inteligencia emocional” ha ido creciendo porque se sabe que la madurez emocional, es tan importante como lo son las habilidades mentales.
La tendencia a creer que las emociones operan por separado de la capacidad intelectual, se remonta a los antiguos griegos.
Antiguamente, pensar y sentir, se daba por hecho que eran fuerzas opuestas que ejercen una batalla para hacerse con el control sobre nosotros.
La tendencia a creer que las emociones operan por separado de la capacidad intelectual, se remonta a los antiguos griegos.
Antiguamente, pensar y sentir, se daba por hecho que eran fuerzas opuestas que ejercen una batalla para hacerse con el control sobre nosotros.
Platón decía que las emociones fuertes, siempre hicieron imposible que él pudiera pensar, describió las emociones como "Esos caballos salvajes que tuvieron que ser refrenados por el poder de la mente y así, retomar mi poder".
Antiguamente, el intelecto era sobrevalorado, mientras que las emociones, eran consideradas“algo típico de los bárbaros o débiles”.
Sin embargo, en la actualidad hay una comprensión más amplia del sistema emocional y del papel que las emociones tienen en las experiencias humanas.
Sin embargo, en la actualidad hay una comprensión más amplia del sistema emocional y del papel que las emociones tienen en las experiencias humanas.
Las emociones surgen de una compleja interacción de todo nuestro sistema.
Envían señales al cerebro e inmediatamente se pone en marcha el sistema nervioso, el sistema hormonal y el sanguíneo.
Aunque hay numerosas señales viajando por nuestro cuerpo, el corazón tiene especial relevancia ya que, debido a sus impulsos y al ritmo de su frecuencia, así será el mensaje que llegará a cada rincón de nuestras células.
Envían señales al cerebro e inmediatamente se pone en marcha el sistema nervioso, el sistema hormonal y el sanguíneo.
Aunque hay numerosas señales viajando por nuestro cuerpo, el corazón tiene especial relevancia ya que, debido a sus impulsos y al ritmo de su frecuencia, así será el mensaje que llegará a cada rincón de nuestras células.
Esto se produce de forma inconsciente, a menos que centremos la atención en nuestra respiración y consigamos bajar el ritmo cardíaco.
Frenar a tiempo esta fase ascendente es crucial para filtrar y gestionar las emociones.
Nuestra mente al servicio del corazón.
Primero siempre el corazón acompañado de la mente.
Si conseguimos que ambos funcionen en conjunto, nuestra vida puede ser más placentera.
Frenar a tiempo esta fase ascendente es crucial para filtrar y gestionar las emociones.
Nuestra mente al servicio del corazón.
Primero siempre el corazón acompañado de la mente.
Si conseguimos que ambos funcionen en conjunto, nuestra vida puede ser más placentera.
Dr. Rollin McCratyTwittear
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