Venus, el planeta que representa el amor, trae mensajes para que mejoremos y
sanemos nuestra capacidad de dar y recibir Amor del verdadero.
Allí donde esté el signo de Leo en nuestra Carta Natal, será la zona a revisar y observar nuestro comportamiento. Donde nos sentimos frenados, estamos haciendo una revisión,
revalorización, ya sea del amor, las propias necesidades, la autoestima, los
vínculos, la creatividad.
En estos días de principios de agosto están emergiendo las dificultades
principales para revisar. Significa todo lo que tenemos que dejar, pérdidas necesarias
para avanzar luego con más empuje.
Tanto puede ser que se terminen relaciones agotadas, como también que te
encuentres con la aparente insensibilidad del otro o la tuya propia. Saturno
representa lo rígido, el muro que no se puede atravesar, la dureza y la
severidad.
Si observas este estado dentro de ti o en alguna relación, sólo observa la
lección a aprender. No juzgues al otro por su incapacidad, como humanos en
evolución estamos aprendiendo una de las lecciones más importantes de esta
humanidad. Esta es la “materia pendiente”, la que más nos cuesta aprobar.
Hace 2000 años recibimos el Mensaje: Amarse los unos a los otros.
Hasta el día de hoy este mensaje no logró anclar en el corazón de los humanos.
¿Qué puedes reclamar a tu pareja, a tus padres, a los que consideras tus seres
queridos? Quizá ellos están en el mismo nivel de carencia afectiva desde donde
reclamas.
La oportunidad es Ahora, preparándonos para recibir las poderosas energías
del Portal 8.8.8, donde recibiremos la energía necesaria para sanar las
heridas emocionales que produce la falta de integración interior.
El retroceso de Venus nos lleva a replantear concretamente cómo estamos
expresando nuestra capacidad de amor. Más allá de “con quién me relaciono
sentimentalmente” la pregunta es ¿cuál es mi capacidad sentimental para
“amarme”, dar amor y recibir amor?
¿Qué doy en el amor, qué aporto en la relación, como para pedir más amor
hacia mi? ¿Estoy criticando y desvalorizando al otro continuamente? ¿Cómo
estoy ayudando a quien digo amar para que mejore su autoestima, para que se
abra en vez de cerrarse? Si reclamo, ¿en qué posición estoy? ¿De niño
herido, de amante insatisfecho, no me tienen en cuenta? ¿Qué hago para mejorar
el vínculo en vez de reclamar o protestar? ¿Que doy para recibir más?
La retrogradación de Venus cada año y medio ofrece una oportunidad para reconsiderar, transformar y sanar todo lo relacionado con la energía del
amor. Los mensajes de Venus pueden llegar a través de viejos amores del pasado,
no solo para sanar o compensar sino también para ver cuánto has evolucionado en
estos años. Buen momento para la reconciliación y el perdón.
Situaciones que creíamos resueltas aparecen nuevamente en la superficie,
incomodan, traen oleadas de pasado, sensación de pérdida, de
impotencia. También puede surgir ambivalencia emocional, pasar del
amor al odio o rechazo, tener necesidad de poseer, de apegarse, de
necesitar al otro. Son formas afectivas donde muchos creen que es amor
del bueno. En realidad puede ser un plano emocional de necesidad, carencia,
dependencia, satisfacción. Este es un nivel primario de relación
emocional, será bueno evolucionar hacia sentimientos más maduros.
En esta primera etapa de Venus retrógrado, desde fines de julio hasta
6 de setiembre, el proceso es ver la realidad que tenemos, mientras tanto
no hay energía para tomar decisiones y accionar, sólo se busca la forma de
entender, de analizar a fondo el verdadero valor de los sentimientos para tener
mayor claridad. Es momento de reflexión serena, de mirar adentro los propios
bloqueos que impiden que el verdadero amor que buscamos llegue a nosotros.
Venus en Leo intenta expresar su esencia de amor, ternura, belleza,
sensibilidad. Sin embargo no encuentra los medios claros para expresarse. No
desprecies nada de lo que llega, agradece, sana y sigue tu camino.
Lo más importante será aprender a nutrirnos a nosotros mismos en la
verdadera esencia del amor, dejar de lado las novelitas románticas de que
alguien nos va a amar como nosotros soñamos. Llegó el momento de
hacerse cargo de la propia vida afectiva.
Comencemos por mirar hacia adentro para sanar nuestras heridas y así
permitir que se exprese la capacidad de amor que hay dentro de cada uno de
nosotros. Mejoremos un poco más cada día para contribuir a la sanación de todos
los corazones que nos rodean.
Todos juntos somos una Humanidad en evolución.
Reflejando la Luz de tu Ser
Ana María Frallicciardi
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