EL PODER DE LA MENTE. LA PRÁCTICA DEL TUMMO.

La mente es una herramienta muy poderosa que siempre está a nuestro servicio. No tiene decisión propia, se enfoca en lo que pensamos o sentimos. 
Hace su trabajo de forma eficiente, en menos de un segundo ya está actuando en aquello que le hemos pedido.
Si enviamos un mensaje pesimista a la mente le dará igual tanto como si el mensaje es confuso y empieza a liarse en laberintos de los que luego, le cuesta salir. 
Si el mensaje es optimista y de amor, también responde inmediatamente con lo cual, si le damos un buen uso, es una gran aliada.
Entre los monjes budistas existe una práctica específica llamada Tummo, es de origen tibetano y significa "el fuego del conocimiento". 

Tummo ayuda a purificar todos los Chakras, incluidos los más sutiles. 
Es un movimiento físico que se practica conteniendo la respiración de una manera específica mientras se realizan ejercicios de visualización. 
A través de la combinación de estos elementos, se genera un fuego interno que va purificando todos los Chakras y circuitos energéticos. 
Este fuego va quemando y barriendo todas impurezas e impresiones negativas que se han ido acumulando en nosotros y nos dificultan el continuar avanzando en nuestra vida. 
Cuantos menos bloqueos tienes, más abierto estás. 
Sigues abriéndote hasta que en algún momento, eres simplemente infinito. 
Tu corazón, tu energía, tu amor, todo es infinito. 
Esta es la finalidad de la práctica del Tummo pero uno de sus efectos secundarios y por la que es motivo de tantos estudios, es el calor que se genera, tanto en el cuerpo como en el entorno.
Si en una habitación, hay varios monjes haciendo esta práctica a la vez, la temperatura de la habitación sube varios grados, debido al calor que desprenden sus cuerpos.
¡La mente es poderosa! No es una leyenda urbana.
Se han hecho infinidad de pruebas que están documentadas dejando constancia de que realmente, aquello que visualizas y en lo que te enfocas, termina materializándose.
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