¿Tuvo un cáncer?
De ovarios. ¡Me extirparon un tumor de once
centímetros de diámetro! Y parecía solventado. Pero no...
¿No?
Metástasis en vagina, pulmón y huesos.
Buf.
Era noviembre del 2010 y tenía sólo un 5% de
posibilidades de vivir más de cinco años.
¿Cómo encaró esta estadística?
Me deprimí. Y luego me despedí de la
vida.
¿Cómo?
Grabé un vídeo para mi hijo de tres años, para
que supiese cuánto habíamos jugado. Encomendé a mi madre y mi hermana su
cuidado, además de a mi pareja...
Adiós a todo...
Sí. Convencida de morir antes de Reyes, compré
juguetes para mi hijo, los dejé en un armario y me despedí del niño: “Jugarás
más con papá...”. Y entonces pasó algo.
¿Qué?
¡Claro!
Empecé quimioterapia…, y algo más.
¿Qué más?
Indagué... ¡y descubrí que podía hacer
bastantes más cosas por mí! Y sentí una oleada de fuerza, de convicción de que
me sanaría.
¿Qué hizo?
Cambié hábitos dietéticos y estilo de vida.
Sentí gran alegría… ¡y en dos meses el cáncer ya no estaba!: mi actitud y mi
dieta activaron los recursos de mi organismo.
¿Qué dieta?
Con alimentos que frenan células tumorales, en
vez de los que las aceleran.
¿Qué alimentos son más
cancerígenos?
Lo dice la OMS: carnes rojas y carnes
procesadas, ingeridas en exceso.
¿Procesadas?
Salchichas de Frankfurt, embutidos, salchichón,
salami, bacon... Te depositan toxinas, por aditivos como los nitritos.
Señáleme más alimentos
cancerígenos.
La bollería industrial, por su exceso de
azúcares y harinas refinadas, y grasas trans. Y los fritos a más de 300ºC con
aceites refinados y reutilizados. Y las barbacoas de carne.
¿Y eso?
El requemado de la grasa contiene benzopireno:
¡cancerígeno! Como el café torrefacto.
¿Y qué más debería evitar?
Excesos de sal, azúcar refinado y alcohol.
¿El
vino tinto no era saludable?
Beber dos copas de vino tinto al día –una para la
mujer– resulta oncoprotector, sí.
¿Y la Coca-Cola?
Cada vaso equivale a un vaso de agua con seis
cucharaditas de azúcar: ¡excesivo!
Cite alimentos oncoprotectores.
Todas las frutas y verduras frescas, setas,
algas, legumbres, té verde, chocolate.
¿Qué verdura es más
anticancerígena?
Cebolla y ajo, tomate, setas, crucíferas
(brócoli, coliflor) y todo lo verde.
¿Y cuáles son las frutas
estelares?
Granada, cereza, manzana roja y cítricos.
¿Qué más?
Ciertas especias: cúrcuma, jengibre y pimienta
negra. Su alto consumo en India ¡reduce allí los cánceres a la mitad!
¿Cúrcuma y jengibre frescos?
Sí, pero sirve en polvo. Y aromáticas: orégano,
albahaca, perejil, tomillo. Y semillas de lino: ¡tienen más Omega 3 que el
pescado!
¿Y eso es bueno?
Buenísimo, porque el Omega 3 es
antiinflamatorio... ¡y las células tumorales prosperan en órganos y tejidos
inflamados!
¿Qué me aportarán las setas?
Estimulan el sistema inmunitario, que protege
contra tumoraciones. Las mejores: shiitake, mitake, reishi y champiñón del
sol.
Prepáreme un plato
anticancerígeno.
Desayuna un licuado de zanahoria, manzana, apio
y jengibre (un trocito fresco, pelado). Mejor hazlo con una extractora lenta de
zumos, que no desperdicia nada.
Déme algo más sólido para comer.
Una ensalada arco iris: verde (canónigos,
escarola, espinaca...), naranja (zanahoria), blanco (cebolla), rojo (tomate).
¡Los colores son importantes!
¿En serio?
Expresan presencia de fitoquímicos: caroteno
(naranja), licopeno (rojo)... ¡Y los fitoquímicos son una quimioterapia natural!
Atacan a las células tumorales y vitalizan a las sanas. Combínalos y te
protegerán. Y aliña tu ensalada con nueces, germinados, aceite de oliva virgen
extra y plantas aromáticas.
Cocíneme ahora un plato oncosaludable que no
sea una ensalada.
Hazte una salsa sofrita de tomate, cebolla y
ajo, cúrcuma, pimienta y orégano, para acompañar lo que sea (un arroz integral,
por ejemplo), y bebe una copa de tinto.
¿Alguna otra bebida?
Una infusión de té verde, cúrcuma fresca,
pimienta negra y piel de manzana verde.
Y un último consejo dietético.
Come más alimentos crudos. Cocina al
vapor. O, si hierves, ¡que sea a bajas temperaturas!, para preservar más
propiedades.
¿Y así me ahorraré un cáncer?
Sólo un 10% de cánceres son genéticos: el resto
son medioambientales..., ¡de los que descartarás un 35% si comes así de
bien!
Víctor M. Amela.
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