14 de marzo de 2014

CONFIAR, SIMPLEMENTE CONFIAR.

Anya y Gael tienen que confiar.
Como acróbatas que son, a veces su vida está en manos de otras personas.
Tener confianza parece algo simple pero, no siempre es fácil de conseguir.
Con el tiempo, nos vamos familiarizando, nos relajamos, porque al principio gastamos mucha energía en observar, reconocer, calcular, tratar de predecir, observar las señales de la otra persona y estar atentos a todos los cambios repentinos.
También nos preparamos para la decepción.





Hablamos de la confianza como si fuera algo que hay que construir, como si fuera una estructura o algo sólido cuando en realidad, se trata de "dejar ir".
Y cuando lo hacemos, es un lujo.
Nos permite no pensar, dejar de preocuparnos si alguien nos va a coger al caernos, dejamos de estar "escaneando" todo el tiempo con la mente, dejamos de hacernos preguntas.
Esto permite relajarnos y centrarnos en quien está delante de nosotros.
Cuando nos han traicionado solemos pensar que otras traiciones, están esperándonos .
Pensar así, te endurece y puede que no vuelvas a confiar en nadie.
Confiar es relacionarte con lo desconocido, es dejar de controlar y saber que no puedes controlarlo todo.
Es una práctica constante a cerca de cómo funciona el mundo, y vale la pena practicarlo.
Confiar de forma completa, física, emocional y mental.
Me imagino la confianza como una manos invisibles que recorren el mundo y te sostienen a medida que caminas hacia lo desconocido.
Anya y Gael eran amigos, ahora son pareja.
¿Quién confía en quién? ¿Cómo han hecho para crecer juntos?
Semillas Solares.

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