8 de abril de 2011

ES TIEMPO DE "MUCHOS SOPLOS DE LUZ".



¿Habéis notado cómo se ha presentado la primavera?
Explendorosa, vibrante, con una fuerza regeneradora potente.

¿Habéis observado la naturaleza?
No se si es cosa mia, pero allá donde voy, los veo.

En los valles, el campo, los parques, los jardines, incluso entre las rocas. Ahí donde hay un poco de tierra, ahí están.

Puede que siga siendo cosa mia pero... ésta primavera es cuando más "Cardillos" o "Dientes de León" he visto, muchos más que otros años, con diferencia.
En cuanto tuve oportunidad, les pregunté cuál era el motivo, si es que había uno, y así respondieron:
"En efecto, hemos decidido reproducirnos a conciencia, multiplicarnos con el fín de estar al servicio de quien tenga a bien colaborar conjuntamente en estos momentos. Es necesario unirnos en un gesto simple pero poderoso y este es nuestro modo de colaborar".

Os propongo un gesto sencillo, sólo son unos pocos minutos.

Seguro que, durante el día, os encontraréis con una o varias flores de Diente de León, si eso ocurre, cambiar vuestra mirada, no los veáis como hierbajos, son mucho más que eso, son Semillas de Luz en potencia.
Cogerla con respeto, con ternura, vaís a interactuar en un acto Sagrado.
Haced una pequeña meditación, proyectar en cada semilla una cualidad amorosa para luego insuflarle Amor y dejar que recorra los cielos transportando el más amoroso de los mensajes. ¡Quién sabe lo lejos que llegarán!
Imaginaros mirar al cielo y ver cientos, miles de semillas danzando, llevando sus mensajes, depositando una cualidad amorosa en cada sitio que pasan.
Pues dejemos de imaginarlo y llevémoslo a la práctica.

Transcribo la Meditación del "Diente de León", tal cual nos la han ofrecido Anne Givaudan y Daniel Meurois-Givaudan en su libro: Un soplo de Luz.

Hermanos, volvemos a poner el planeta Tierra en manos de la humanidad.
Comprended lo que esto significa. La Raza de los Hombres llama a los que se ignoran a sí mismos a caminar con ella...
Por Mi voz, la Tierra de Shambhala os recuerda ahora una antigua manera de actuar utilizada en otros tiempos por los pueblos del Sol. No es una técnica, sino un medio de abrir la nueva era del Don. Nosotros le llamamos la "transmisión del diente de león". Viajará de nuevo de un pecho a otro.
Hela aquí: cuando el hombre y la mujer tengan abierta el alma a la Metamorfosis de su género, se sentarán en el suelo, con los pies descalzos. Escucharán su silencio y sentirán girar en torno a ellos la luz de Shangri-La. Entonces proyectarán sobre la pantalla de su conciencia la esfera algodonosa de un "diente de león" a punto de emigrar. Verán las semillas que se encuentran en ellas por miles, tan perfectas, y depositarán en cada una de ellas todas las cualidades de las que está sedienta la Tierra.
Así irradiarán la semilla de la armonía, de la tolerancia, del amor incondicional, de la Paz y de todos los tesoros que un corazón puede contener y engendrar.
Cuando la esfera algodonosa esté así cargada de sus mensajes, el hombre y la mujer, con un mismo soplo interior, esparcirán las joyas estrelladas. Las verán diseminarse a través de los cielos de las cien regiones de la Tierra y verter en ellas su esencia. No ignoréis en adelante lo que puede llevar a cabo semejante trabajo del pensamiento. El requerimiento del Amor se desplaza más veloz de lo que Yo podría decir.
En los mundos sutiles, reviste un cuerpo tangible, para verterse como una lluvia sobre la materia de los hombres.

Semillas Solares.
ASÍ ME LO HAN DICHO.

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