Existe un mago que lo ve y lo sabe todo.
El mago está más allá de los contrarios de luz y oscuridad, bien y mal, placer y dolor.
Todo lo que el mago ve, tiene sus raíces en el mundo invisible, en el mundo sutil.
La naturaleza refleja los estados de ánimo del mago.
El cuerpo y la mente podrán dormir, pero el mago siempre está despierto.
Posee el secreto de la inmortalidad.
Se necesita tiempo y práctica para aprender lo que el mago tiene para enseñar, pero todo está a nuestro alcance en la primera lección.
En ella el mago se presenta. Describe su visión de la vida, resuelve los enigmas más profundos y tiene respuestas a todas las preguntas. Y todo eso sucede mágicamente.
En ella el mago se presenta. Describe su visión de la vida, resuelve los enigmas más profundos y tiene respuestas a todas las preguntas. Y todo eso sucede mágicamente.
Ve la realidad en su conjunto, en su totalidad, no fragmenta, no etiqueta.
Llegará el día en que te darás cuenta de que todo el universo vive dentro de ti, y entonces, tú serás un mago, serás tu mago. Como mago, no vives en el mundo, el mundo vive dentro de ti.
Durante centurias la gente ha buscado a los magos dondequiera que se encontraban: en bosques impenetrables, en cuevas, torres o templos. Los magos han existido siempre, aunque hayan tenido distintos nombres: maestros, filósofos, videntes, chamánes, gurús…
Sólo ante ellos han podido los mortales manifestar tantos interrogantes: “Dinos por qué sufrimos”, “Dinos por qué envejecemos y morimos”, “Dinos por qué somos débiles para forjamos una buena vida”… Tras escuchar atentamente, los magos han respondido siempre lo mismo: “Puedo resolver toda esa ignorancia y dolor sólo si tú comprendes una sola cosa: yo estoy dentro de ti, yo soy tú, vivo en ti. Esta otra persona con quien crees estar hablando, no es distinta a ti. Somos una sola persona y en ese nivel en el cual estamos unidas, ninguno de tus problemas existe”.
¿Cómo crees que viven las personas que has visto en el pueblo? Se preocupan por el placer y el dolor, y buscan ansiosas el primero mientras tratan de evitar desesperadamente el segundo. Están vivas, pero desperdician la vida y viven preocupadas por la muerte. Viven obsesionados por la riqueza o la pobreza, y esa obsesión alimenta sus temores más profundos.
El mago interior no experimenta nada de eso, puesto que ve la verdad y no la falsedad, porque el juego de los contrarios — placer y dolor, riqueza y pobreza, bien y mal — parece real hasta el momento en que se aprende a ver desde la totalidad, desde otra perspectiva.
El mago interior no experimenta nada de eso, puesto que ve la verdad y no la falsedad, porque el juego de los contrarios — placer y dolor, riqueza y pobreza, bien y mal — parece real hasta el momento en que se aprende a ver desde la totalidad, desde otra perspectiva.
Debe haber algo más allá de lo que estamos viviendo, pensaron los mortales, sin saber exactamente lo que ese algo más podría ser. “Dedica tiempo a reflexionar no sobre lo que ves, sino sobre por qué lo ves”, aconsejaba un mago.
Para encontrar al mago interior, debemos quitar la máscara de la mortalidad. Él vive dentro de nosotros y nosotros vivimos dentro del Universo.
“Búscame, encuéntrame y encuéntrate”.
“Búscame, encuéntrame y encuéntrate”.
Deepak Chopra.
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