Para participar, solamente hay que tejer cuadrados a punto o ganchillo, de 20 centímetros de lado. Y esa es la única norma, porque los colores, los materiales y los estilos son libres, con la intención de que el resultado sea una mezcla creativa. Luego, los encargados de unir todos los cuadrados en largas tiras, se reunirán para completar la decoración del barrio.
La decoración del barrio, permanecerá durante unos días; después, los cuadrados se retirarán y se volverán a unir para hacer mantas, que serán donadas a proyectos solidarios, una iniciativa para tejer mantas que abriguen a las personas que no tienen hogar y que duermen en la calle, y también donarán mantas a sociedades protectoras de animales que las necesiten, todo a partir de lanas reutilizadas o recicladas.
Es una iniciativa de participación colectiva, creativa y con un fin solidario. La idea fue de una vecina del barrio, que desde hace tiempo participa enseñando a tejer a quien se lo pide. Una idea que impulsa actividades "para recuperar el barrio, tejer redes de apoyo mutuo e implicar a los vecinos en su auto-gestión".
También han colaborado residencias y centros de ancianos, una forma de que se sientan incluidos en la sociedad y sentirse útiles. Además de los vecinos del barrio, se han unido grupos de estudiantes de la Facultad de Bellas Artes, Fundaciones de terapia ocupacional para la tercera edad, Asociaciones de trabajos manuales, realmente todo el que ha querido, ha podido participar en el proyecto.
Detrás de esta iniciativa se encuentran vecinos y comercios del barrio que promueven el retorno a las labores tradicionales, a lo esencial, a ser solidarios e ir abandonando "el consumismo".
Semillas Solares.
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