6 de junio de 2013

TOM GIMBERT. CONSTRUYE HOTELES CON MATERIALES RECICLADOS.

Construyó un hotel en Máncora, Perú, con material reciclado, cañas y desechos orgánicos.


No muchos pueden disfrutar de dos pasiones a la vez como Tom: la construcción y el respeto del ecosistema. No lo hace para obtener reconocimiento, sino por respeto hacia una arquitectura responsable. 
-Llegaste aquí por casualidad…
Hace cinco años hacía mis prácticas en Chile, en la rehabilitación del Mercado de Valparaíso. Ahí conocí a un compatriota y me dijo que en Máncora las olas eran alucinantes. Quedamos en encontrarnos allá. Me dejó plantado…
-Pero te quedaste un tiempo en el balneario…
Sí, y conocí a otro francés que llevaba 20 años viviendo en Máncora y me enseñó el pueblo desde un plano más local. También me pidió diseñar un bungalow para él. Empezamos a edificarlo. Una vez que concluí mi carrera, decidí regresar al Perú.
-¿Tu primera opción siempre fue Máncora?
Al principio conseguí trabajo en un estudio de Lima, pero no me gustó, me di cuenta de que mi vida estaba en la playa. Viajé a Máncora con 5 mil dólares a buscar qué hacer.

-Hiciste lo que ni tus vecinos han hecho: reciclar materiales para construir.
Cuando llegué al balneario, compré un terreno y construí un bar con lo que encontré: cajas de fruta, muebles que la gente ya no quería… Y con eso viví mientras buscaba trabajo como arquitecto.
-Tu bar El Atelier es conocido en el balneario.
Sí, lo he construido con la idea de hacer un bar donde la gente se relaje, pase la tarde, y en la noche festeje. Cuando compré el terreno, el local era un quiosco de playa. El lema “Con creatividad todo es posible”, fue un ‘leitmotiv’ para mí; siempre lo mantuve como un lema, así que guardé el letrero y hasta ahora forma parte de la decoración del bar.
-¿Cómo surgió el "Eco Lodge", el hotel?
Mi tesis de fin de carrera estuvo vinculada al reciclaje y a los lugares ecorresponsables. Conseguí otro espacio y junto a un amigo empezamos a construir el hotel con los elementos que encontramos.Fue muy espontáneo. De madrugada atendía en el bar hasta las 5 a.m. y a las 7:30 a.m. empezaba atrabajar en la otra obra, la construcción del hotel.
-¿Cuánto tiempo les tomó terminar el edificio?
Tardamos 10 meses en construir el "Eco Lodge" entre cinco personas. Fue una experiencia muy bonita.
-¿Qué materiales usaste?
Madera hualtaco, caña, bambú, tierra, cal, aserrín, basura y excremento de burro, que me sirvió como pegamento para que el barro no se rajara. También usé trocitos de una lancha malograda. Mi hotel tiene tres pisos hechos con madera, levantados con técnicas artesanales como la del tabique, que estuve investigando durante varios años.
-¿Qué es lo que más te gusta de Máncora?
La calidad de vida es algo único. Hay calor y el mar es caliente todo el año. Además, las personas están empezando a interesarse por la ecología. No quiero que aquí pase lo mismo que en Europa, donde construir se ha convertido en un negocio más que en una pasión; allá todo es muy industrial, con muchas reglas y meos libertad. Aquí, a todos los proyectos que trabajamos les ponemos corazón y tiempo. Y lo hacemos bien.
-¿Qué extrañas de Francia?
Solo a mi familia.
-¿Cuál es tu próximo proyecto?
Voy a hacer en Francia lo mismo que aquí. Quiero llevarme al mismo grupo que ha trabajado conmigo en esta playa y formar un equipo cosmopolita de arquitectos. Sin mi amigo peruano Gerardo no habría podido construir nada.
María José Correa.

1 comentario:

  1. Me interesa conocer hoteles exóticos o que tengan particularidades. Por eso disfruto de ir a distintos alojamientos cuando tengo la posibilidad de irme de vacaciones. En este momento estoy viviendo en un alquiler temporario buenos aires ya que soy de viajar por constantes ciudades de todo el país

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