Llevan más de 50 años fusionados, compenetrados (nunca mejor dicho).
En la isla de Vashon, en Estados Unidos son muy conocidos y visitados.
Gracias a unas fotos que publicaron en el periódico local, los protagonistas de la historia han encontrado la bicicleta y contaron lo que había ocurrido.
La bicicleta que tiempo atrás, disfrutaron algunos niños, ahora se encuentra a más de metro y medio del suelo.
Su dueña, Helen Punz de 99 años, reconoció enseguida que era su bicicleta, al verla publicada en el periódico.
La historia comienza cuando ella queda viuda y se muda a la isla con sus hijos pequeños.
Su situación económica no era buena pero, sus nuevos vecinos, le ayudaban de muchas formas, una de ellas fue regalándole una bicicleta que, a su vez, ella se la regaló a su hijo Don que tenía 8 años, pensó que el niño la disfrutaría mucho más.
Parece que a su hijo no le sentó muy bien ya que la bicicleta era de niña y le daba vergüenza que lo vieran.
Don siempre tenía una excusa para no llevar su bicicleta hasta que un día, le dice a su madre que la perdió, que no sabe dónde está.
Su madre prefirió dejarlo pasar, sabía que el niño se sentía avergonzado y hasta pensó que era mejor así.
Años después sale a la luz y la bicicleta que en su momento causaba vergüenza a su hijo hoy es recordada y visitada por muchas personas.
Semillas Solares.
Curiosa historia, pero lo que muchos se preguntarán es que hace incrustada ahí la bicicleta, y a esa altura del suelo?
ResponderEliminarLa historia acaeció hace mucho tiempo; el niño indignado y avergonzado por que la bicicleta era de color rosa, la arrojó con toda la fuerza que pudo y en un lugar donde pensó que nadie la encontraría. El Árbol creció, y la Naturaleza hizo el resto.