14 de octubre de 2015

ALIMENTACIÓN Y VIDA. ODILE FERNÁNDEZ

Entrevista a Odile Fernández.
Es médico y a raíz de un cáncer de ovario con múltiples metástasis, cambió completamente la forma de alimentarse y de pensar. ¡Fuera tóxicos de su cuerpo, tanto pensamientos como otras sustancias!
La medicina convencional le dijo que no podría volver a tener hijos sin embargo, la familia ha crecido con la llegada de un niño y ahora está nuevamente embarazada.

A través de su experiencia, va despertando consciencias en el mundo de la alimentación fundamentalmente, haciendo hincapié en la importancia de tener una alimentación sana no solo para sanar el cáncer sino, para muchas otras enfermedades.
Tenemos que darte la enhorabuena Odile, ¿qué significa para ti este nuevo embarazo, más allá de la maternidad?
La certeza de que si crees en los sueños estos se hacen realidad. Con este embarazo he podido comprobar el poder de las creencias, una creencia puede limitarte cuando tu mismo te impones el NO PUEDO o puede llenar tu vida de satisfacción cuando eliminas las creencias que te impiden avanzar y las sustituyes por creencias positivas, en mi caso PUEDO SER MADRE, a pesar del cáncer.
Hemos visto un capítulo en tu libro dedicado al ejercicio, ¿qué nos dices sobre este aspecto hasta ahora tan olvidado?
Hasta hace poco a las personas con cáncer se les decía que no debían moverse del sillón, que llevaran una vida sedentaria, pero las nuevas investigaciones han cambiado. Se ha demostrado que el ejercicio físico regular y bien pautado durante la enfermedad puede ser extremadamente beneficioso: mejora la calidad de vida, la fuerza y la flexibilidad, ayuda a controlar el peso, estimula al sistema inmune, disminuye la fatiga… pero no todo vale para todo el mundo. 
 vemos también que nos hablas de un sueño tuyo… ¡¡sabemos que tus sueños son muy poderosos!!
Mi sueño es cambiar la forma de abordar desde el sistema sanitario el tratamiento de las personas con cáncer, me gustaría que las personas con cáncer recibiesen un abordaje integrativo de su enfermedad al igual que se hace en algunos hospitales. 
Lo ideal para obtener los mejores resultados posibles es tratar a la persona enferma en todas sus dimensiones tanto físicas como espirituales y no sólo centrarnos en el tratamiento oficial centrado en el tumor, no en la persona. 
Cada persona tiene unas necesidades individuales que debemos atender para brindarles el mayor bienestar y calidad de vida posible. En el sistema sanitario español esto no se contempla y las unidades de oncología no suelen contar con un nutricionista, psicólogo, profesor de yoga y meditación o un medico integrativo. 
El hospital MD Anderson Cancer Center de Houston, pionero en tratamiento del cáncer cuenta con una unidad de medicina integrativa donde al enfermo se le asesora sobre nutrición, se le invita a participar en clases de cocina, se el ofrecen masajes, reiki, acupuntura, clases de yoga y chikung, sesiones de meditación y psicoterapia en función de sus necesidades y siempre supervisado por un médico integrativo.
Creemos que el capítulo sobre el bienestar emocional pueden aportar mucha paz a las personas enfermas. ¿Ocupa la alimentación un lugar menos importante, a la vista de estos otros aspectos?
La alimentación es el pilar básico y creo que debería ser uno de los asesoramientos más importantes que debería recibir todo enfermo, no sólo de cáncer sino de la mayoría de enfermedades crónicas. El poder de la alimentación para la prevención ha sido ampliamente estudiado, pero sin embargo al aspecto emocional no suele dársele importancia y cada vez hay más estudios que nos hablan de la la relación entre el estrés, las emociones, los pensamientos y el cáncer.
Los médicos tenemos poca formación para poder abordar a un enfermo desde un punto de vista emocional y no nos preparan para dar malas noticias, esto tiene que cambiar pues es muy relevante el papel que juega el médico y sus palabras. 
Por otro lado debemos tener en cuenta cómo se siente el enfermo, cuáles son sus miedos y preocupaciones y brindarle el mayor apoyo posible. La meditación es una herramienta sencilla y eficaz, es la medicina para el alma y en el libro intento hacer una aproximación a la meditación.

Cuando alguien interpreta que tiene un cáncer por no haber gestionado bien su vida o que habiendo hecho todo lo que se indica desde la oncología integrativa, tiene una recidiva. Es un tema difícil del que no se habla nunca. ¿Qué dirías a estas personas?

Es un tema complicado que intento abordar en este libro. Con la oncología integrativa no intentamos dar una respuesta milagro a todos y no quiero que nadie se confunda. La oncología integrativa intenta dar soporte al enfermo, procurarle la mayor calidad de vida e intentar mejorar la eficacia del tratamiento, pero no es un milagro. A día de hoy la medicina no tiene tratamiento para todos ni la respuesta a todas las preguntas de los enfermos ni de los profesionales sanitarios, pero cada día se investiga y se avanza más.
Respecto al tema de la culpa… es cierto que cuando estas enfermo y empiezas a leer sobre la relación de la alimentación o las emociones con la enfermedad, puedes sentirte culpable por haber seguido una dieta determinada o haber gestionado mal tu estrés. En vez de sentirnos culpables creo que deberíamos verlo como una oportunidad para cambiar nuestras vidas y contribuir al proceso de sanación.
 ¿Y qué dirías a los que conviven con personas que pasan por una enfermedad?
Que su apoyo es fundamental. Tienen que prestar soporte y comprensión a la persona enferma y acompañarle si es así su deseo en un cambio de alimentación y estilo de vida.
Eres siempre un motivo de esperanza y una motivación para tantas personas, no sólo enfermos.
A raíz de mi experiencia personal con el cáncer empecé a escribir sobre cáncer y alimentación porque cuando a mi me dijeron que tenía cáncer me sentí muy perdida. Tenía miedo y muchas dudas que desde el hospital no pudieron resolver. 
Tuve que buscar las respuestas dedicando muchas horas a investigar. La búsqueda mereció la pena pues tuvo una maravillosa recompensa en forma de sanación y quise trasladar lo aprendido a todo aquel que se siente perdido en mitad de la oscuridad. Mi deseo es el de ayudar a otras personas, lo hago porque me siento útil y eso me reconforta. 
A veces sí me siento abrumada cuando alguien con un cáncer terminal acude a mí con la esperanza de que le de una solución mágica que yo no tengo.
Suponemos, que con la pequeña en camino ya no estarás tan disponible.
Mi familia siempre ha sido mi prioridad. Imagino que con 3 pequeños será más difícil viajar. Reconozco que mi tiempo es limitado pero seguiré haciendo todo lo posible por aportar más información.
Marta Villen.

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