Sara Lazar cuenta cómo comenzó a practicar meditación. Dice no ser una persona que se siente atraida por la espiritualidad, de hecho, comenzó a meditar sólo para mejorar su rendimiento físico y poder correr la maratón de Boston.
Pero, a medida que pasaban los días, iba descubriendo algunos cambios en ella, en su estado de ánimo, su comportamiento con las personas y sus intereses personales ya no eran los mismos.
Ella se dedica a la neurociencia y sentía la necesidad de investigar qué ocurría en el cerebro cada vez que se meditaba y que cambios se iban produciendo.
En el video comparte algunas pruebas de las muchas que han hecho sobre este tema.
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