21 de mayo de 2015

CRECER Y DESPERTAR. ENCUENTRO ENTRE ORIENTE Y OCCIDENTE.

En una época tan interconectada como la nuestra, cada vez más estamos abocados a unificar dos sistemas culturales muy diferentes entre sí: el occidental y el oriental.

Son dos perspectivas de las que todos nos podemos beneficiar si en lugar de verlas como enfrentadas, conseguimos complementarlas, con sus propios objetivos y resultados.

Cada una de ellas nos ofrece su propia forma y fórmula para incrementar la consciencia, la libertad, la compasión y un mayor bienestar global.
La occidental se centra en la transformación de las instituciones, las estructuras de poder, las relaciones sociales, dejando atrás el grupo, moviéndose hacia una mayor madurez de la identidad. 
En las tradiciones asiáticas se hace sobre todo hincapié en el despertar, en trascender las condiciones mundanas cultivando la compasión, domesticando la mente y diluyendo el ego para llegar a la iluminación.
La capacidad de crecer verdaderamente en este mundo contemporáneo que nos ha tocado vivir ha de incluir consciencia ecológica, ética y respeto hacia lo diferente, sostenibilidad  y unos valores firmes e inequívocos.
No se trata solo de entender ideas complejas en materias de física, matemáticas o teoría musical, sino salir de las oposiciones, contradicciones y absolutismos ideológicos, para integrar desde la comprensión y la compasión.
El camino del despertar en las tradiciones asiáticas se refiere al proceso espiritual del desarrollo de la compasión y la sabiduría, irse percatando de la relatividad de todos los fenómenos, y a percibir la fuente final de paz y libertad gracias a la reflexión, la meditación y la desprogramación de la mente y del ego. 
No importa cuánto tiempo pases sentado meditando, así no lograrás comprender el racismo o la opresión de género.
No importa cuánto sepas de poder, de la falta de justicia y la marginalización, eso no te hará liberarte de la opresión de tu propia mente.
Cada uno de los enfoques puede ayudar al otro debido a su complementariedad y riqueza intrínseca.
El futuro del desarrollo, expansión y evolución de los seres humanos se verá enormemente beneficiado si somos capaces de aunar la perspectiva occidental y la oriental, crecer y despertar juntos. 
Estamos en una época en la que ambas puertas pueden y deben ser abiertas.
Mónica Esgueva.


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