21 de octubre de 2013

EN UN DÍA MUY BONITO, NO HAY QUE IR AL COLEGIO.


Un colegio en Giorgia decidió cancelar las clases para que, todos los alumnos, pudieran salir y disfrutar de un bonito día.
Mientras se continúa con el empeño de que lo importante es leer, escribir, aprender matemáticas y otras asignaturas, las lecciones más importantes de la vida se aprenden levantando la mirada al cielo, contemplando e interactuando con la naturaleza y con todo lo que nos rodea.
Lo habitual es que, cuando las condiciones climatológicas se complican, se suspendan las clases en los colegios pero, en un colegio de Giorgia, los profesores decidieron que los alumnos se quedaran en casa por que el día era tan bonito que no tenía sentido quedarse dentro de las clases.
Uno de los profesores hizo la propuesta manifestando que: "Recuerdo cuando iba al colegio en los días de invierno, cuando el clima era extremo, se suspendían las clases, me llegó el pensamiento de que, sería genial no asistir al colegio cuando, también en invierno, se presentara un día demasiado bonito como perdérselo".

¡Perder una clase de matemáticas, física o cualquier otra es insignificante comparado con perder la oportunidad de disfrutar de un maravilloso día!
Treehugger.

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