22 de abril de 2013
EMILIO FIEL. LOS GENES DIVINOS. RECORDANDO NUESTRO ORIGEN.
Las viejas tradiciones van disolviéndose en nuestras manos mientras entramos en la nueva energía, que encarna progresivamente en la Tierra a partir de la frontera del 2013, que estamos atravesando. Hoy los caminos espirituales disponibles reducen los esfuerzos necesarios y se encaminan directamente a lo esencial, más allá de proyecciones y dependencias personales y de pertenencias a una u otra iglesia de trabajo interior.
Los genes divinos
La comunicación entre tu Yo Soy de 4ªD (llamémosle Ekalar) y sus múltiples encarnaciones en este plano de la 3ªD es muy difícil (contigo, que eres una de ellas, también lo ha sido durante toda tu vida), porque la idea socialmente predominante es que cuando ves presencias o escuchas voces te estás volviendo loco y tienes que tomar calmantes o quien sabe qué. Así que este Ser que eres y sois, Ekalar, se ha sentido impotente durante años para establecer contacto directo contigo, aunque te ha enviado muchas sondas a lo largo de los años (mensajes, visiones, avisos…), especialmente en la infancia y pubertad. Es imprescindible que cada día te enchufes a la Onda Galáctica y te esfuerces por recordar tu origen y recuperar plenamente la memoria ancestral, dentro de este extraño cuerpo que habitas. ¿Qué te puede facilitar el recuerdo? Tienes que volver a la naturaleza salvaje, con los grandes árboles y las estrellas nocturnas, hasta encontrar la paz del corazón que te facilitará el contacto con Ekalar, ayudando de esta manera al resto de las encarnaciones simultáneas (que no sucesivas) que emanaron de su mente. Sólo una persona cada vez, que en el tiempo lineal recorre tu historia desde la época de Lemuria y la Atlántida hasta el día de hoy.
La Tierra no es tu verdadero hogar, estás aquí para despertar y comprender, partiendo del vacío y total olvido del nacimiento. Y eres mucho más de lo que aquí aparentas. Has habitado otros mundos y viniste aquí para ayudar, decidiste estar presente en este tiempo de cambio acelerado para la humanidad. Porque sabes que cuantos más salgan del condicionamiento y recuerden, más fácil será la transformación global.
Es el momento de pedir ayuda a los planos más altos donde habita Ekalar y sus maestros, y poco a poco tienes que acostumbrarte a su presencia, a su imagen, a su voz que resuena dentro de ti, a la energía que te envía, etc. Descansa en la naturaleza, deja los aparatos electrónicos a un lado (especialmente tv, ordenadores y móvil) y aléjate de las noticias. La música y la lectura espiritual pueden ayudar. Tienes que aprender a meditar caminando y también sentado, echado al dormir, e incluso en una bañera con agua caliente. Una semana así (en una sadhana personal) y el tiempo se trastoca, la belleza se resalta, los mensajes conectarán con tu conciencia, tendrás sueños conscientes y visiones internas.
Es así como se activan los códigos genéticos divinos, que están sólo potencialmente latentes en tus células. La mayor dificultad para alcanzar este objetivo son los sentidos externos y tu apego a todo lo material, así como la envoltura electromagnética de la oscuridad que rodea la Tierra para mantener su dominio sobre tu conciencia. Por eso sólo cuando llegues a fundirte con tus tres encarnaciones más cercanas (psicológicamente hablando) y que más vibran en tu actual frecuencia, verás como las demás les siguen, y entonces se crea un vórtice de fuerza que pone en marcha la descarga necesaria para comenzar la transformación definitiva. Las secreciones hormonales harán el resto. Se suman las experiencias, la sabiduría y la maestría que cada uno de estos yoes ha alcanzado en su respectiva vida sobre la Tierra. Y el milagro se hace posible. Todos fundidos en uno, se impulsará al despertar de los genes durmientes. Lo que a su vez ayudará al despertar de la humanidad en su conjunto.
La conciencia transforma al cuerpo físico, lo que cambiará tu percepción del mundo y transformará tu vida en este plano. Pero tienes que lograrlo sin ayuda de los planos superiores, pues sigue mandando la no intervención y el respeto del libre albedrío. Es eso lo que significa encender el fuego yógico de las antiguas escrituras hindúes. Hacer prácticas sistemáticas (kriyas, hatha y raja yoga, meditación, ayunos…) para activar el sistema endocrino de las glándulas de secreción internas y conseguir ciertos resultados mágicos en nuestra vida.
Pero no debe quedar duda alguna de que eres tu quien tiene que reunir la sabiduría y experiencia de todos los demás, hombres y mujeres de todas las reencarnaciones de tu Yo Soy. Todos se tienen que poner a tu servicio y reunirse en un estado de conciencia unificado para que el milagro pueda realizarse. Pero no eres el único que tiene que hacer este proceso. El mismo Ekalar es a su vez una emanación de un Ser de más altas dimensiones, que también se proyectó (o se vio forzado a proyectarse) en la quinta dimensión de la conciencia. Y este Ser está hecho de geometría de luz radiante y giratoria, de colores vivos y palpitantes, y de sonidos bellísimos, cambiando todo ello con enorme rapidez. Un ser sin altibajos emocionales ni luchas internas como en la cuarta dimensión, sin hábitos ni rutinas como en la Tierra.
El tiempo es ficticio (lineal, presente, simultáneo) y sólo sirve para plasmar una ilusión de aprendizaje en el espacio. Entiende la esencia artificial del mundo aparente y la irrealidad del tiempo. Pero sobre todo tienes que comprender que ‘sólo existe dios’, y por tanto que también eres el señor de la oscuridad, y todos sus lacayos en los diferentes planos del mundo manifestado. Acéptalo y sal del juego, porque ha llegado el tiempo de acabar con esta tiranía. Tu como él, cada uno tiene una misión específica para mantener esta grandiosa obra de teatro, que es la vida cotidiana, en el escenario de la evolución de la conciencia. Y cada uno en una expresión del amor en la Tierra. Todo lo que ha existido hasta el momento (desde el gran Espíritu a tu linaje familiar de este u otros sistemas solares) existe en tu interior como conciencia y a través de ella eres capaz de expresar tu poder creativo.
La experiencia, la información y el juego son las claves que lo divino utiliza para alimentarse de la vida, y no el juicio o la limitación. Pero el juego ha terminado, y es el momento de soñar un mundo nuevo, en el que sea posible conectar con nuestro ser real, amar a este bello planeta y manifestar el respecto por el corazón humano en cualquier circunstancia de la vida. Los seres de quinta dimensión tienen como misión esencial transmitir experiencias de vida al Creador y a su energía activa (la Diosa madre), por eso su papel es experimentar y comprender, sin importar el éxito o fracaso de la acción emprendida.
El mal como el bien, una quimera. Interactúa con tus otros yoes, reúne su sabiduría, y cada día te será más fácil activar el adn divino que duerme dentro de ti, los códigos genéticos del Cristo vivo. La Tierra está rodeada de una densa capa de frecuencias electromagnéticas que impiden que el ser humano piense en algo más allá de su supervivencia. Y más cerca aún están los gases de la combustión de los hidrocarburos en los coches, creando una atmósfera de plomo que aplana las frecuencias; y la comida basura, las noticias, la estúpida educación, los deportes de masa, las drogas, el ansia de riqueza y poder, el juego de la apariencia y la sexualidad a flor de piel, etc. Cada uno de estos ‘ideales’, mantenidos lejos de las posibilidades de los humanos, crean una gran frustración y temor, lo que alimenta opíparamente al mundo de la oscuridad.
El rayo de sincronización galáctica aumenta cada equinoccio y solsticio su intensidad (desde los años noventas y más aún desde el 2009). Tienes que abrirte a esa Onda transformadora para que sientas la mutación de tu adn y alcances la libertad. Escucha a la madre naturaleza (viento, pájaros, los ríos que cantan y los vientos que susurran) y por un tiempo abandona los instrumentos electrónicos digitales. Nuestra libertad facilitará la libertad de toda la galaxia.
Emilio Fiel. Miyo.
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